Enzo y su papá ‘Topo’, los protagonistas de la imagen del finde: “Fue una sensación magnífica e irrepetible”

Debutó con 13 años en la primera de Rada Tilly y le dio el triunfo a su equipo decretando el 2 a 1 final ante Caleta Córdova. El dilema del fútbol comodorense: ¿Cuidar a los…

martes 08/03/2022 - 0:33
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Debutó con 13 años en la primera de Rada Tilly y le dio el triunfo a su equipo decretando el 2 a 1 final ante Caleta Córdova. El dilema del fútbol comodorense: ¿Cuidar a los pibes o enseñar a los más grandes?

Este fin de semana Portugués dio el golpe final y ascendió a la Primera A consagrándose campeón. En tanto, Newbery perdió su invicto ante un orgulloso Petroquímica en Km8 y Huracán firmó tablas con Sarmiento. Sin embargo, la imagen del finde se dio en Rada Tilly, donde un jovencito de 13 años tuvo su debut en primera de la mejor manera posible.

Es quizás el sueño de todo pequeño que da sus primeros pasos en el fútbol: llegar a la primera y darle el triunfo a su equipo. Enzo Ortiz tuvo esa oportunidad y supo aprovecharla al máximo.

Con la 13 en la espalda, ingresó cuando su equipo perdía por 1 a 0 ante Caleta Córdova, que se jugaba la categoría en terreno radatillense.

Llegó el empate del local y el trámite del partido se inclinó a favor del Aurinegro, que fue por más y buscaba el triunfo. Allí apareció Enzo, que con un derechazo inesperado le dio la victoria al equipo en el día de su debut.

En palabras del joven Ortiz, “tiran un centro al segundo palo medio pasado, la bajó Carrizo que hizo un pase para atrás y vi que venía Nacho. Pensé que le iba a pegar, pero le grité y la dejó pasar”, introdujo el jugador de la Novena División de Rada.

“Me perfilé para mi pierna hábil, la derecha, y le pegué como venía para terminar la jugada”. Los breves segundos que pasaron a continuación parecían durar una eternidad. La pelota primero dio en la mano del arquero de Caleta Córdova, pero éste no logró atajar el remate que tocó red decretando el 2 a 1 para Rada y el descenso del Merlucero. En ese instante “fui al córner a festejar con mis compañeros”, recordó Enzo en comunicación con EL COMODORENSE.

A pocos metros estaba Topolino, que se ubicó detrás del arco en el que atacaba el ‘Aurinegro’, como si supiera en el fondo que en unos minutos llegaría un momento culmine para su hijo.

Cuando Enzo remata “me paro para ver qué iba a pasar. Vi que le pegó al arco pero entre tanto tumulto de jugadores no vi que entró la pelota”, confiesa ‘Topo’, que en medio de tanta expectativa vio a su hijo salir corriendo al córner lleno de gozo: la pelota entró y sus compañeros estallaron de alegría por el 2 a 1 y porque el gol fue del niño.

“La sensación fue muy hermosa cuando salió corriendo y los compañeros iban a abrazarlo. Fue magnífica e irrepetible”

Lógicamente, el gol se gestó no solo en la jugada del centro pasado, sino que varias semanas atrás, cuando Enzo fue citado para entrenar con la primera de Rada.

Para ‘Topo’ era todo un dilema: su hijo, haciendo lo que le gusta, estaba logrando un paso enorme al llegar a la primera de su club. Sin embargo, todavía está en edad de Novena División, donde juega contra otros pibes de entre 12 y 13 años y sobre todo aprenden.

“Creo que hay varios aspectos más allá de las condiciones que un DT pueda ver en ellos a tan corta edad. Mi sensación fue inicialmente decir ‘cuídalo, llévalo de a poco’, realmente no me imaginé que podría llegar a debutar y menos dentro del contexto que el equipo iba perdiendo y así y todo confiaron en él”, describió el padre a este medio.

Lo demás ya está escrito, el encuentro finalizó 2 a 1 a favor de Rada Tilly, que se mantiene cuarto en la Zona B que lidera Newbery y padre e hijo se fundieron en un abrazo que salió en todos los diarios siendo la imagen del finde.

No es su corte de pelo, lo que luce Enzo es producto de un bautismo de iniciación en el plantel de primera división, que ya es tradición en el deporte argentino.

¿CUIDARLOS O EDUCAR?

Su presencia en cancha a tan corta edad, junto a la de Alejo Ruiz, otro joven de 12 años que debutó hace una semana en la primera de San Martín, generó algo de polémica en el entorno futbolero de Comodoro. Por supuesto, “hay que cuidar a los pibes”, se pregonó.

Pese a los roces propios de la categoría y un fútbol tan aguerrido como el comodorense, Enzo solo entró a hacer lo suyo: divertirse y demostrar. Claro está que el resultado fue incluso mejor al esperado para él y sus pares.

Habrá que enfocarse entonces en fomentar más ‘Enzos’, que sepan que el fútbol no es solo pierna dura y “ganar cueste lo que cueste”, sabiendo que esto puede conllevar también a lastimar al rival bajo el paraguas de un juego “más físico”.

En tierra de habilidosos y gambeteadores del viento, nunca es tarde para soñar con que de Comodoro surja otro ‘Cuqui’ Silvera, otro ‘Pitu’ Barrientos.

Esto dependerá, en gran medida, de la consciencia por parte de sus entrenadores e incluso de los rivales, para que no haya que pensar en “cuidar a los pibes del juego brusco” dejándolos sin participar, y sí en que puedan desplegar sus habilidades y seguir creciendo en un entorno que los acompañe para ello.

Si a los más chicos se los educa, también se podrá hacer con los grandes, que deberán seguir aprendiendo a tratarse entre sí y a los menores, para que la polémica instalada quede en el olvido y no sea una locura, para algunos, pensar en que un chico juegue a la pelota con los adultos.

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