ientras la atención de la escena política se encuentra concentrada casi al 100% al balotaje del próximo domingo, La Cámpora, en silencio, intenta despegarse de la causa que investiga espionaje ilegal a jueces y políticos y salpica a una figura clave de su espacio.
Esta semana, el diputado Máximo Kirchner se sumó al ministro Eduardo “Wado” de Pedro y presentó ante el juzgado federal de Marcelo Martínez De Giorgi un pedido para ser querellante en la causa por la que está detenido el expolicía Ariel Zanchetta y que tiene como imputado a Fabián “Conu” Rodríguez, subsecretario de la AFIP y uno de los voceros de La Cámpora.
“Habiendo tomado conocimiento de que se habrían llevado adelante acciones de inteligencia prohibida contra mi persona y que estos hechos son materia de investigación en las presentes actuaciones, vengo a solicitar se me informe si aquella información resulta veraz y se me permita tener acceso a la documentación referida, a los fines de poder ejercer mis derechos procesales como particular damnificado”, refirió en el texto el hijo de la Vicepresidenta.
Además de despegarse del escándalo, la jugada de Máximo tiene como claro objetivo saber qué tipo de información sobre él aparece en la causa: su nombre (y el de Wado) está incluido en los 1.196 informes confeccionados por Zanchetta -expolicía de la Federal y exespía inorgánico-.
Hasta ahora, y por el supuesto uso que le habrían dado a los datos de origen ilegal proporcionados por Zanchetta, están apuntados en el caso dos funcionarios públicos del oficialismo: el diputado Rodolfo Tailhade -integrante de la comisión de Juicio Político que lleva adelante un proceso contra todos los integrantes de la Corte Suprema, y de la Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia- y el subdirector general de Servicios al Contribuyente de la AFIP Fabián “Conu” Rodríguez, especialmente cercano a Máximo.
La principal prueba de Pollicita contra “Conu” Rodríguez es un intercambio de chats en el que el funcionario de La Cámpora le pide a Zanchetta información sobre Victoria Tolosa Paz, actual ministra de Desarrollo Social. Los mensajes se detectaron después de que la Justicia lograra recuperar los chats que fueron borrados de uno de los celulares del principal sospechoso.
Algunos en la Justicia especulan con la posibilidad de que el propio Zanchetta investigara a Máximo Kirchner para resguardarse con datos y poder presionarlos a futuro en caso de caer.
Esta semana, el juez Martínez De Giorgi encomendó un análisis sobre el contenido de “carpetas” con información sobre víctimas de espionaje, halladas en dispositivos del detenido Zanchetta, para determinar cómo aparece cada una de las personas que pide ser querellante en el caso, antes de resolver sobre esos planteos.
Por su parte, el fiscal federal Carlos Rivolo pidió al juzgado que solicite un análisis a los dispositivos electrónicos que se le secuestraron para “verificar” si hay información vinculada al intento de homicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.