El hombre no sabía que lo que estaba haciendo era ilegal, dijo. Arregló con el Museo Regional de Pico Truncado para acercarles todas las piezas que encuentre de ahora en más.
Efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de Pico Truncado secuestraron 90 piezas arqueológicas en el marco de una investigación impulsada por la Fiscalía Federal de Catamarca.
Todo inició en la localidad de Belén, en Catamarca, donde se denunció la venta de piezas arqueológicas a través de Facebook.
En los grupos de compra y venta de dicha red social se publicitaba la venta de piezas arqueológicas de alto valor histórico regional, y se pudo establecer que eran provenientes de la localidad santacruceña de Pico Trucado.
La policía de Catamarca ubicó a la persona que ofrecía los elementos, quien manifestó que los vendía de buena fe. Según su descargo, eran piezas que encontraba en la casa de su hermano, que reside en Truncado.
Por tal motivo ponen en conocimiento formal a la División de Investigaciones Pico Truncado, quienes en un procedimiento a cargo de la Subcomisario Dalila López Moreno ubican al vecino patagónico de 36 años involucrado en la situación procesal, y se presentan en él a los efectos de notificarlo lo que dispuso la Fiscalía Federal de Catamarca y que se encontraba involucrado en infracción a la Ley Nacional Nro. 25.743, en el tráfico ilícito de bienes culturales, de acuerdo a lo consignado por Truncado Informa.
Ya en el domicilio de la persona implicada, el hombre entiende que lo que hacía era ilegal, aunque no lo tenía entendido anteriormente. Entregó las piezas que tenía a la venta y también presentó otras más, totalizando 90 de ellas.
El sujeto aseguró entonces que las encontraba en su lugar de trabajo, en los pozos petroleros del Yacimiento El Huemul, a 25 kilómetros de Pico Truncado, y que para él era común hallarlas.
Mientras tanto, las piezas quedaron al resguardo del Museo Regional de Pico Truncado, institución que acordó con el hombre que en caso de que encontrara más de las mismas, iba a ponerlas a disposición del museo.
Entre los objetos de alto valor histórico decomisados, había puntas de proyectil, percutores, raspadores, raederas, cuchillos bifaciales y boleadoras, todas de habitantes antiguos de la región.
