Mientras investigaban un naufragio, el equipo OceanX detectó el calamar, el cual podría medir más de 20 metros de largo.
El buque OceanXplorer tenía como misión adentrarse en las profundidades del Mar Rojo, en Jordania, para poder investigar el naufragio Pella que tuvo lugar en el año 2011. Los restos de la embarcación se encuentran a 900 metros de profundidad, justo en el límite entre el continente asiático y el africano. Si bien todo comenzó como esperaban, las cosas terminaron por cambiar de rumbo.
Mientras descendían en el mar, un radar de los tantos que posee el buque empezó a detectar mucho movimiento. Y es que por debajo de ellos estaba circulando el calamar más grande que se haya registrado. Para poder investigar mejor, tomaron un robot y lo enviaron hacia la dirección del animal. “De repente, esta enorme criatura aparece a la vista, echa un vistazo al robot submarino operado a distancia y enrolla todo su cuerpo alrededor de la proa del naufragio”, explicaron.
Tras el episodio, los científicos se pusieron a buscar información sobre la criatura para comprenderla mejor. La realidad es que se trataba del calamar volador de espada morada pero en versión colosal. Se sabe que por esas zonas del mar Rojo hay una gran población de ellos, pero suelen ser de menor tamaño. Este ejemplar “era más grande que un humano” y por eso no dejó de consternar a los navegantes.
El línea general, esta especie no suele superar los 60 centímetros. Sin embargo, muy de vez en cuando ocurre que algunos animales crecen mucho más de lo que deberían. Antes del detectado por el equipo de OceanX, el último registrado fue en el año 2016 y medía más de 9 metros. Los especialistas lograron darse cuenta del tipo de criatura a la que se enfrentaban cuando notaron el tamaño de sus aletas. Los calamares gigantes suelen tenerlas más grandes y musculosas, mientras que este la tenía corta y ancha.