En 2017, Alex Batty, un nene británico de 11 años, desapareció después de haberse ido de vacaciones con su mamá y su abuelo a Málaga, en España. Desde entonces, su abuela, Susan Caruana, lo buscaba ya que sospechaba que su madre, Melanie Batty, se lo había llevado para ingresar a una secta.
Este miércoles, las autoridades británicas informaron la aparición del niño en una localidad de Toulouse, en Francia. Alex, que ahora tiene 17 años, fue visto solo en una ruta por un conductor que se preocupó y lo llevó a una comisaría. Allí, él aseguró que se había escapado de una supuesta comunidad espiritual.
Si bien no se revelaron los detalles de todos sus movimientos desde su desaparición, el menor atestiguó que llevaba al menos dos años en dicho país y que “no recibió malos tratos”, lo cual se confirmó después de que se sometiera a una revisión médica.
Según informó la BBC, el hombre que lo encontró dijo que lo vio cargando una mochila y una patineta. En ese momento, sintió “lástima” por él y lo invitó a que se suba al vehículo. Allí “pasaron tres horas juntos y el chico le contó su historia”.
En su relato, el joven confirmó que había estado viviendo junto a su madre en una especie de comunidad itinerante y que no estaba obligado a permanecer en el lugar. Sin embargo, aseguró que “encontraba a su mamá un poco rara” y que decidió que era momento de dejar ese tipo de vida atrás. Por esta razón, decidió irse y estuvo caminando durante días.
Luego de que el conductor lo ayudara, Alex le envió un mensaje a su abuela a través de Facebook diciéndole que quería verla. En diálogo con The Sun, Caruana reveló que pudo conversar con él: “Estoy tan feliz. Hablé con él y me dijo que está bien”.
Tras su hallazgo, Batty fue presentado ante las autoridades y asistido por los servicios sociales. Actualmente, se encuentra en un centro de menores a la espera de la policía británica para que lo lleven de regreso a Inglaterra.