En la semana en que se presentaron los resultados de la encuesta nacional de factores de riesgo, que arrojó un aumento en las cifras sobrepeso y diabetes, fue anunciado el nuevo listado de precios cuidados, con escasez de alimentos saludables. «El único vegetal es una lata de jardinera», reprochó una especialista en alimentación.
Seis marcas de arroz, tres diferentes de harinas, cuatro rebozadores, postrecitos de dulce de leche y chocolate, galletitas dulces, vinos y cervezas. La enumeración bien podría corresponder a las categorías de alimentos que a toda persona que se precie de cuidar su salud le convendría evitar, o bien limitar su consumo. Pero no. Son algunos de los que incluyó el Gobierno entre los 64 «productos esenciales» que presentó ayer y cuyos precios permanecerán congelados durante los próximos seis meses.
Casi ninguna fuente de proteína de alto valor biológico a excepción de la leche. Ni un queso. Ningún corte de carne. Tampoco pollo ni pescado, o al menos una lata de atún. Menos aún huevos. ¿Frutas? Cero. Por toda verdura aparece entre las conservas una lata de jardinera.
A dos días de que se dieran a conocer los resultados de la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que arrojó que el 61,6% de los argentinos tiene exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad, y marcó el aumento de la diabetes, entre otras patologías responsables de la mayoría de las enfermedades no transmisibles, el listado de productos que el Gobierno decidió incluir en los nuevos «precios cuidados» poca correlación parece tener con la necesidad de alimentación saludable de una población en la que la epidemia de obesidad no deja de crecer.
Los datos presentados el lunes por la Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC confirmaron el avance de la epidemia, si se considera que la obesidad alcanza hoy a un cuarto de la población y aumentó desde 2005 casi 11 puntos porcentuales.
En este contexto, el Gobierno presentó ayer los nuevos «productos esenciales» que formarán parte del programa de Precios Cuidados, entre los que, paradójicamente, no aparece casi ninguno de los recomendados por los especialistas para una alimentación saludable.
«En principio no sólo habría que regirse por los resultados de la última encuesta de factores de riesgo; lo primero que hay que hacer es alinear los precios cuidados a las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) que revisa y recomienda la Secretaría de Salud y que apuntan a generar comportamientos alimentarios y nutricionales más equitativos y saludables por parte de la población». La médica especialista en Nutrición Mónica Katz (MN 60164) resaltó que «las GAPA sugieren la proporción de alimentos que hay que comer y debieran ser tenidas en cuenta al momento de determinar los precios cuidados».
En tanto la médica especialista en Nutrición Virginia Busnelli (MN 110351) consideró que se trata de «un error descomunal que los precios cuidados de los alimentos que deben ser esenciales, justo en el contexto de que dieron a conocer los resultados de nuestra cuarta encuesta de factores de riesgo, incluyan principalmente productos con preponderancia de carbohidratos y almidones».
«Me parece una locura que esté incluido el alcohol y lamento que no haya más disponibilidad de lácteos de características descremadas, que no haya frutas frescas, frutas secas, verduras, legumbres y granos que deberían estar a un precio accesible y al alcance de la mayoría de la población», analizó Busnelli, quien también criticó que falte en el listado carne, pollo y pescado.
Katz señaló que, además, «se debieran haber tenido en cuenta los factores de riesgo que predominan en el país y que en relación a la alimentación, algo sobre lo que alertó la cuarta encuesta es el predominante bajo consumo de frutas y verduras, categoría de alimentos que no existe en los precios cuidados».
«Agregaría a esa lista al menos algún pescado bueno, que según un trabajo publicado en The Lancet y patrocinado por la Fundación Bill Gates es un alimento que se debe incluir en la dieta cotidiana para bajar mortalidad, al igual que frutas, verduras, nueces, semillas y cereales de grano entero -señaló Katz-. Con la inclusión de esos productos en los precios cuidados no sólo se lograría que la gente coma, si no que coma bien. En esta lista el único vegetal es una lata de jardinera».