Para la familia Cincunegui la primera mitad del año estuvo marcada por meses de tensión y extrema preocupación. Reinados por la incertidumbre y una entendible desesperación, solamente se enfocaron en resolver un conflicto que apareció en sus vidas de manera inesperada y que se convirtió en prioridad absoluta. Se trata del rescate de Benjamín, uno de los más jóvenes del núcleo familiar, quien quedó secuestrado en Afganistán por más de seis meses y fue liberado en las últimas horas en el marco de un operativo secreto.
Benjamín, de 23 años, es un joven interesado por las relaciones internacionales y había realizado un viaje de estudios al mundo musulmán a fin de sumar conocimientos empíricos. Sin embargo, su plan presentó complicaciones desde el momento en el que aterrizó en su destino.
Había intentado adelantarse a cualquier imprevisto. Por eso, para ingresar al territorio afgano, el joven había pedido una visa de estudios que le había sido otorgada. No obstante, de acuerdo a los datos recabados por este medio, su llegada a ese país no fue bien recibida por las autoridades locales, quienes instantáneamente sospecharon de los motivos por los cuales había realizado la visita y lo detuvieron.
No los convenció ni la explicación que Benjamín Cincunegui intentó darles ni los documentos que había llevado para avalar su viaje. Por este motivo, las autoridades que conducen el régimen afgano decidieron apresarlo bajo métodos extremos: lo secuestraron durante seis meses en el interior de un pozo en la ciudad capital de Kabul. “Fue sin explicación alguna”.
La situación ocurrida en el oriente llegó rápidamente a oídos de la familia del joven estudiante, que es hijo de Juan de Dios Cincunegui, un asesor de la cámara de Diputados con vínculos en la política que movilizó rápidamente sus contactos para entablar negociaciones con las autoridades afganas y así lograr la liberación del chico.
La operación se llevó a cabo de manera secreta y demoró varias semanas. A lo largo de ese tiempo, hubo diferentes personas de relevancia que actuaron de intermediarias para rescatar al joven. Del operativo estaba al tanto el gobierno nacional como otros políticos fuera del oficialismo, según indicaron a este medio. Sin embargo, se procuró que el tema no trascendiera porque la vida de Benjamín corría peligro.
Durante los seis meses que Cincunegui permaneció en cautiverio, el padre de la víctima viajó en algunas oportunidades a Doha, Qatar, para estar más cerca del lugar donde estaba su hijo. Se trató de un país que fue clave en la resolución del conflicto, ya que finalmente fue el que actuó como intermediario entre Argentina y Afganistán.
El emir qatarí Tamim bin Hamad Al Thani se encargó de la negociación final que culminó con la libertad de Benjamín luego de medio año como prisionero de los talibanes. Su ayuda fue agradecida por el ex presidente Mauricio Macri, quien este jueves compartió un posteo en sus redes sociales en el que dio a conocer públicamente la situación que hasta ahora se había mantenido en secreto.
“Muchas gracias, querido amigo Emir @TamimBinHamad, por tu intervención para lograr que Benjamín Cincunegui sea liberado y pueda regresar a nuestro país a reencontrarse con los suyos. ¡Sabemos de tu amor por los argentinos y lo valoramos!”, posteó el fundador del PRO horas antes de encabezar el acto de relanzamiento de su partido de cara a las elecciones de 2025. El tuit, de acuerdo a lo indicado por fuentes de su entorno a Infobae, había sido parte de un acuerdo entre Macri y el qatarí hacia el final de la negociación.
Con información de Infobae