Códigos QR colocados en lápidas son la muestra fiel de la versatilidad de esa tecnología. Para desprevenidos, se trata de aquel gráfico bidimensional con forma cuadrada que encontramos en las facturas electrónicas, en algunos documentos de identidad o en las paradas de colectivo más modernas. Ahora, también en las tumbas.
¿Para qué sirve el QR? En esos y otros casos, permite que luego del escaneo con la cámara de un dispositivo compatible (la mayoría de los smartphones lo son) se acceda en forma directa a un enlace. A veces conduce simplemente a un sitio web con información, en ocasiones a una descarga, etcétera.
Los códigos QR se usan frecuentemente para realizar pagos desde el celular (Foto: Adobe Stock)
En el pasado fuimos testigos de usos ingeniosos del QR, desde una variante del paintball en la que no se usan armas con pintura sino celulares que deben escanear códigos que llevan los enemigos; pasando por su empleo en las calles de Barcelona para ayudar a los transeúntes ciegos; hasta la creación de un QR gigante en el cielo con drones iluminados que condujo a la descarga de un videojuego. La presencia de esta tecnología en los cementerios sin dudas se suma a este listado.
La propuesta puede verse en el cementerio Woodland, en Des Moines, la ciudad más extensa del Estado de Iowa, en Estados Unidos. Allí, docenas de tumbas históricas tienen un código QR que conduce a videos breves que muestran la historia de algunos de los primeros residentes de aquella urbe en el centro del mapa estadounidense.
“Realmente me cautivó cómo los pioneros de Des Moines reflejaron la historia mundial”, dijo Kristen Bartley, la impulsora de esta iniciativa. Según cuentan en New York Post, el proyecto se compone de 71 de videos de duración corta que se consiguieron gracias a la ayuda de historiadores locales, además de descendientes.
“Es bueno que esto suceda, necesitamos conocer estas historias”, dijo Batley, que además remarcó que el objetivo de esta iniciativa no es solamente cubrir a figuras conocidas de Des Moines sino también a personas influyentes que vivieron en la ciudad y cuyo legado ha permanecido en la oscuridad durante décadas e incluso siglos.
Entre las historias que se expanden ahora gracias a los QR aparecen protagonistas como un médico local que trató a cientos de heridos durante un choque de trenes ocurrido en 1877; y la abolicionista Delia Ann Webster, una maestra que fue encarcelada por ayuda a escapar a esclavos.
La idea de Batley cuenta con el apoyo financiero del Iowa Arts Council y Friends of Des Moines Parks. Además ella está trabajando para asegurar fondos adicionales y continuar el proyecto para los miles de personas cuyas historias aún están enterradas.
De acuerdo a la fuente, en Estados Unidos hay más cementerios que usan los códigos QR. Lo mismo ocurre en sitios dedicados al recuerdo en Lincolnville, Maine, y en varias ciudades gracias a una empresa dedicada a esta tarea, que tiene su sede en Seattle.
Fuente: TN