Policía del Chubut, bajo la supervisión de los fiscales de la Unidad Anticorrupción, realizaron esta mañana el secuestro de una importante cantidad de colchones que estaban destinado a Comodoro Rivadavia en el marco de la emergencia del año pasado, pero que estaban en un depósito de Trelew. El diario Jornada informa que son alrededor de 200 unidades que estaban en un depósito comercial ubicado en Pecoraro y Rawson de Trelew, donde habrían quedado tras ser adquiridos con destino a la emergencia climática del año pasado.
Los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams estuvieron presentes en el procedimiento e informaron que se llega a este material a través de las pesquisas realizadas sobre el teléfono del exfuncionario e imputado en las causas Embrujo y Revelación, Diego Lüters. Según la información brindad por los fiscales, los colchones fueron comprados y pagados al comercio Casa Maza, de Trelew, donde se encontraban hasta el momento en que fueron secuestrados este jueves.
El fiscal Rodríguez explicó a FM Tiempo Trelew que el procedimiento “se da en el marco de la causa de la emergencia, hemos encontrado a un proveedor que en su momento había hecho ventas al estado y que en el día de ayer nos manifestó que tenía en su poder unos 300 colchones”.
“En función de la investigación teníamos un dato que surge de uno de los teléfonos donde aparecía una persona teniendo contactos con Diego Lüters y buscando a esa persona es que nos encontramos con el dueño del negocio, quien nos manifestó voluntariamente que estos colchones fueron vendidos en su momento, se los pagó y que él los tenía en su poder en el depósito” dijo Rodríguez. Y agregó: “en el marco de los expedientes aparecen que fueron entregados, firmados los remitos”.
En el operativo de este jueves se procedió al secuestro del material y el envío del mismo al Ministerio de Familia, “porque son del Estado” aseguraron los fiscales.
Por su parte, el fiscal Alex Williams indicó que la investigación conocida como “causa de la emergencia” investiga episodios de sobrefacturación, sobreprecios y eventual fraude al estado, donde “figura mercadería que nunca se entregó”, aunque reconoció que en este caso se trata de “una rareza porque a razón de verdad se pagó la mercadería, no se entregó al estado, y como decía el doctor Rodríguez, los remitos aseguran que la mercadería se había entregado”.
“Las compras se hacían desde la unidad gobernador, pero en todos los expedientes se fraguaba la intervención del Ministerio de Familia”, indicó. “Existían solicitudes de pago, compras que nunca habían pasado por ese ministerio”. Williams detalló que “lo que se le imputa a Suárez en los expedientes es que figura pidiéndole al subsecretario de la Unidad Gobernador que tramite el expediente, el pago pero sobre compras que el nunca solicitó ni pidió para el ministerio”.