Un grupo de vecinos se congrega en la Unión Vecinal del barrio Próspero Palazzo con un fin solidario: realizan diversas comidas para repartir entre las personas que más lo necesitan.
Mauro Antizoli y Cristina Pardo nos reciben con delantal y barbijo puesto. En una cocina donde abunda el calor por las hornallas que llevan un tiempo prendidas para calentar el agua, y mucho olor a comida rica, un grupo de vecinos pasan varias horas de sus sábados para posibilitarle un plato de comida a las familias que más lo necesitan.
Para que esto sea posible, Cristina recorre verdulerías del barrio que decidan colaborar con ingredientes para la olla. “Otros se comunican a través de la página de la Unión Vecinal para donar tallarines, fideos, puré de tomate, aceite y sal”, menciona Cristina Pardo a El Comodorense.
Esta es la cuarta olla popular que realizan en la sede de la Unión Vecinal, donde Mauro, Cristina, Paola, Alicia, Teresa, Pamela y Margarita se reúnen con el distanciamiento correspondiente y todos los protocolos necesarios en la gran cocina, donde se acercan las personas con sus recipientes para poder llevar una buena porción de, esta vez, fideos con tuco, agradeciendo la colaboración de la concejal Natalia Guerreiro, quien facilitó la carne necesaria para el menú del día.
Tras servir más de 10 porciones y con muchos más fideos cocinándose para llegar a la mesa de las familias, Mauro Antizoli recuerda que “hay muchos vecinos que nos están pidiendo que lo hagamos más seguido. El lunes o martes empiezan a mandar mensajes preguntando si podemos hacer comida entre semana”, poniendo en contexto de la situación que se vive en los barrios de Comodoro.
“Si sobra algo acá, nos encargamos de repartirlo a los vecinos que sabemos que más les hace falta”, asegura, y anuncia que reciben donaciones para hacer posibles estas Ollas Populares, todos los días en la sede de la Asociación Vecinal, sobre la avenida Juan José Paso al 1.500, o en la panadería Tentaciones, en la misma avenida pero al 1.460. Así también, se puede consultar por la página de la Vecinal para hacer llegar la colaboración que se quiera aportar.
“Vamos a continuar, mientras que podamos y nos dé el tiempo lo vamos a hacer”, finalizó afirmando Mauro, antes de volver a revolver el tuco que se cocina en una gran olla y que luego irá a parar a los lugares donde a veces falta el plato de comida de todos los días.