En febrero de 2020, Lucio Dupuy era feliz. En ese tiempo vivía en la casa de sus tíos paternos Maximiliano y Leticia, en el seno de una familia con mucho amor para dar. Hacía ya casi un año que estaba allí, en General Pico, La Pampa; por un acuerdo entre Magdalena Espósito, su madre, y Cristian Dupuy, su padre.
Como ella no tenía dinero para mantenerlo y él vivía en Luján por su trabajo, convinieron que lo mejor para el hijo de ambos era que se quedara con los tíos, según publica Infobae.
Aunque todo marchaba bien, de un momento a otro, Magdalena comenzó a pedir la tenencia de Lucio nuevamente. Quería que su hijo vuelva a vivir con ella a Santa Rosa. Para justificarlo, aseguraba tener trabajo estable, una casa y una novia. Su pareja, justamente, era Abigaíl Páez, quien ahora esta acusada junto a la madre de haber asesinado a Lucio el 26 de noviembre de 2021, cuando el pequeño tenía 5 años.
La mujer reclamaba al pequeño Lucio por vía legal, pero también hablando directamente con Cristian Dupuy. Una de esas conversaciones vía chat quedó registrada y fue expuesta en el juicio oral que terminó en diciembre y que este jueves tendrá su veredicto. A la luz de los hechos, los dichos de Magdalena Espósito en ese intercambio de mensajes resultan hasta cínicos.
“Yo te estoy hablando bien. A Lucio jamás le faltó la cuota alimentaria que yo te daba”, escribió Cristian en la conversación del 25 de febrero de 2020. La mujer le respondió: “Soy la madre, por eso sé muy bien que conmigo va a estar bien. Como cuando lo dejé con ellos (por los tíos), lo dejé porque sabía que iba a estar mejor que conmigo”.
En otra parte de la conversación, la imputada por asesinar a su propio hijo escribió: «Como ya le dije a Leti (la tía de Lucio), yo las cosas las quiero arreglar bien. Si ustedes se ponen en contra, es un tema de ustedes. Yo también estoy re tranquila de que Lucio va a volver conmigo. No tengo más nada que hablar. Suerte”. La charla no finalizó allí.
Cristian Dupuy dio sus razones y peleó por su hijo, pero lamentablemente eso terminó ante las denuncias falsas que permanentemente hacía Magdalena Espósito y la jueza que homologó un acuerdo, sin hacer ningún tipo de estudio antes de entregarle a Lucio a madre.
“Magui vos firmaste papeles. El día que quieras a Lucio tenés que cumplir con las condiciones. Un trabajo estable, un hogar para Lucio y un montón de cosas más. No te va a ser fácil. Ellos (por los tíos) no te lo van a dar así como si nada. El nene no es un paquete para tenerlo de acá para allá”, escribió Cristian.
La respuesta de Espósito Valenti ahora suena un tanto macabra: “Justamente, (esos requisitos) yo ya los tengo a todos. Por eso, quiero que vuelva conmigo. Y en ningún lugar va a estar mejor que conmigo”. Cristian Dupuy le respondió: “Y, ¿cómo sabes que va a estar mejor? Él ya tiene sus cosas, su pieza, sus amiguitos de jardín. ¿Estás segura de que querés que Lucio pase por todo de nuevo?
En la conversación no se dice mucho más, aunque el resto de la historia ya se conoce. La jueza Ana Clara Pérez Ballester homologó el 4 de noviembre de 2020, un acuerdo firmado por la madre de Lucio y la tía, Leticia Hidalgo.
Los tíos de Lucio habían sido padres de mellizas recientemente y estaban cansados de que cada vez que Magdalena y su novia Abigaíl visitaban a Lucio lo hacían con la policía por alguna denuncia falsa que realizaban. Por eso, y porque sentían que Lucio sufría ante esta situación, decidieron firmar y darle la tenencia. Creyeron que lo mejor para su sobrino era evitarle esas situaciones tan estresantes.
El acuerdo se firmó el 4 de noviembre de 2020. Exactamente, un año y 22 días antes de que Lucio sea cruelmente asesinado. Por ese delito, su madre y la novia llegaron a juicio presas. Este jueves será el veredicto y la pena en expectativa para el delito que se les endilga -tan extenso como grave- es prisión perpetua.
Ambas mujeres están acusadas de «abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización con acceso carnal vía anal con un objeto; agravado por haber sido cometido por la ascendiente; con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en curso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía», agregando el agravante de «odio de género».
Cristián Dupuy estará presente en la sala de audiencias este jueves. Tiene ansiedad, y la necesidad de justicia por su hijo: “Hoy sí confío en la Justicia, antes no. Antes me falló. Pero hoy confío en que el veredicto sea el que nosotros pedimos, y el que se merecen”.