Durante estos casi 4 años del Gobierno de Cambiemos, el empleo formal del sector privado sufrió una caída del 2%, resaltó un informe de Ficonomics. A su vez, se registró una pérdida del poder adquisitivo por parte de los trabajadores que equivale a unos 11.000 pesos de hoy, agregó la consultora.
Los datos del INDEC, por otro lado, evidencian que la tasa de actividad aumentó de 44,5% a 47,7%, por un incremento en la tasa de desocupación, ya que ésta paso de 6,6% a 10,6%, comparando el segundo trimestre de 2015 con el mismo trimestre de 2019, mientras que la tasa de empleo sólo aumento un 1,1% en el mismo período.
“Esto significa que creció el empleo, pero en menor medida de lo que creció la cantidad de desocupados, recordando que éstos últimos son aquellas personas que buscan trabajo activamente y no encuentran”, dijo Ficonomics.
Al mismo tiempo, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), registró una reducción del 19,9% en términos reales hasta septiembre último, si se la compara frente a igual mes de 2015, lo que generó una pérdida del poder adquisitivo por parte de los trabajadores que equivale a unos 11.000 pesos de hoy, remarcó la consultora.
Por su parte, la pobreza pasó de 28,7% en 2015 a un estimado del 38% -40% para este año, unos 10 puntos porcentuales adicionales, con una tasa de indigencia que aumentó casi un 3%, los peores valores en años, teniendo en cuenta los datos de la Universidad Católica Argentina.
El escenario que enfrenta el próximo gobierno no es el ideal, advierte Ficonomics: se encuentra con una Argentina estancada, que no encuentra salida para la reactivación, con cada vez más población en condiciones de vulnerabilidad, con una inflación galopante que parecería ser imposible de reducir en el corto plazo, sin generación de ingresos genuinos por parte de la economía real, con un peso de deuda de un 80,7% del PBI, con un nivel de reservas netas de alrededor de 12.000 millones de dólares y con demasiados problemas que resolver.
Claramente, uno de los primeros pasos es la renegociación de los vencimientos de deuda para el año entrante. Acompañado de un análisis en las cuentas del Estado, realizando una reorganización del esquema de ingresos y gastos en uno que sea sostenible a largo plazo, para poder generar el superávit fiscal que vuelva a la Argentina independiente del crédito externo y de las herramientas de financiamiento que lo único que generan es inflación, como la emisión monetaria. Para esto se deberá también contar con un programa de contención social para los próximos meses hasta que el nivel de actividad se vuelva positivo.
Devolver la credibilidad es otra de las tareas pendientes, gran parte de los errores en política monetaria por parte de la gestión de cambiemos fueron consecuencia del cambio constante en los anuncios y del escenario de incertidumbre que reinó en el último tiempo. Buscar el camino del crecimiento genuino depende de grandes cambios estructurales en la Argentina, que permitan generar más trabajo y en mejores condiciones, que sienten las bases del crecimiento y como todos los argentinos esperamos que el próximo gobierno trabaje seriamente apuntando a estos objetivos –según publica Ámbito-.