En la cuarta semana de conflicto, en la que aún no se prevén soluciones, casi un centenar de miles de personas marchó en las calles de Santiago en lo que terminó siendo otra marcha reprimida por Carabineros.
Continúan las protestas en Chile. Esta vez, como en la mayoría de los días de conflicto, se realizó otra multitudinaria marcha por las calles de Santiago, en la que participaron más de 100 organizaciones sociales en el marco de una huelga general.
Las barricadas, piedras, cartuchos de bala y proyectiles “decoran” la ciudad capitalina convirtiéndola casi en un escenario de guerra.
Los manifestantes se agruparon otra vez en Plaza de la Dignidad –como la bautizaron los manifestantes a la originalmente llamada Plaza Italia-, con bombos, banderas y la consigna que sigue liderando cada marcha, el pedido de renuncia de Sebastián Piñera.
Luego de la concentración, marcharon varias cuadras hasta la sede de la Central Unitaria de Trabajadores, pasando frente a la casa de gobierno, donde al final de la manifestación, se registró otra nueva represión por parte de la policía.
El llamado a huelga general se produce a más de tres semanas de que estallaran las primeras protestas sociales, convocada por la llamada “Mesa Social”, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de empleados fiscales, profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de los aeropuertos.
La Confederación Nacional del Cobre, que agrupa a trabajadores tercerizados de la minería, también se unió al llamado. Con casi un tercio de la oferta global, equivalente a unos 5,6 millones de toneladas producidas al año, Chile es el principal productor mundial de cobre.
Los colegios públicos adhirieron en pleno al llamado y gran parte de los colegios privados también se sumaron. La mayoría de las universidades no tiene actividades desde que estallaron las movilizaciones.
