Guillermo Ceriani, Presidente de la Cámara de Comercio se refirió a la situación actual del sector comercial en Comodoro, en relación a la pandemia de coronavirus y la llegada de una segunda ola.
“Hasta marzo no se podían iniciar desalojos por falta de pago, pero ahora esto volvió a la normalidad y se empezaron a pactar nuevos valores y las deudas que se generaron, obviamente no son condonadas, sino que habrá que pagar el alquiler con precio nuevo y liquidar la deuda, hasta en doce cuotas, como se acordó”, sostuvo Ceriani en diálogo con El Comodorense Radio.
«El comercio está mutando y tenemos que ir adaptándonos (…) entre el comercio físico y el comercio virtual y como sucede en Comodoro, sucede en muchos centros históricos del país», expresó en relación a las nuevas modalidades de venta, en el marco de la pandemia y la situación económica que atraviesa el país.
«En Comodoro se ven muchos cierres de locales y los propietarios prefieren no alquilar que tenerlo mal alquilado, por el deterioro que se sufre (…) toda la cadena comercial está bastante afectada», resaltó Ceriani.
«cada vez son menos los que quedan dentro del sistema tratando de pagar algo de la carga impositiva”
«A nosotros no nos queda otra que seguir haciendo el esfuerzo y lamentablemente estamos siendo menos los que estamos dentro del sistema comercial», indicó el Presidente de la Cámara de Comercio.
«En este contexto es muy difícil alquilar tanto para el inquilino como para el propietario, por eso la gran mayoría está tratando de vender (…) hoy no se están dando altas de comercios», informó Ceriani sobre la situación de apertura de comercios en la ciudad.
En relación a la situación de la contratación de empleados Ceriani manifestó, «tomar personal hoy es un castigo (…) hay infinidad de cosas que no ayudan a que haya una promoción laboral».
Ante la posibilidad de la implementación de medidas más estrictas por la llegada de una segunda ola, Ceriani indicó, «la gente antes de cerrar dejó de pagar impuestos (…) y si volvés a decir quedate en casa, van a contestar como me contestan a mí: «¿qué casa?».
