La cifra informada de desempleados del anterior período fue de 7,2 por ciento. Se trata del número más alto desde 2005 en la comparación trimestral.
Tal como se esperaba, el Gobierno confirmó una suba de casi dos puntos en la tasa de desocupación en el cuarto trimestre del 2018 respecto del mismo período del año anterior.
La cifra informada de desempleados fue de 9,1%, frente al 7,2% de fin del 2017. Se trata del valor más alto desde 2005 en la comparación cuatrimestral. Si se lo proyecta al total de la población urbana (ascienden a 41,3 millones de personas), los desempleados son 1.752.998 personas, 385.134 más que año pasado, según el economista Claudio Lozano.
El Indec informó que de un total de 27,9 millones de personas que habitan los 31 conglomerados donde realiza el relevamiento, al último trimestre del 2018 había 1,18 millón de personas desocupadas, frente a los 926.000 de fin del año anterior. La población económicamente activa, es decir, los que tienen trabajo y los que no lo tienen pero buscan empleo, alcanzó los 12,9 millones en el período analizado.
En la comparación interanual, si bien la tasa de actividad se mantiene estable (46,5%), no sólo aumentó 1,9 puntos porcentuales la tasa de desocupación, sino que cayó 0,8 puntos la tasa de empleo (de 43% al 42,2%) y la tasa de subocupación (es decir, los que tienen trabajo pero buscan más) subió de 10,2% a 12%. También creció la tasa de ocupados demandantes, que trepó de 14,7% a 17,3%, informó el Indec.
La cifra oficial muestra un importante aumento del desempleo respecto del valor registrado durante el cuarto trimestre del 2017, cuando había alcanzado el 7,2% de la población económicamente activa. Ese número había sido el más bajo desde el mismo período de 2014 (6,9%), pero la realidad económica del año pasado empeoró las condiciones económicas y del mercado de trabajo, lo que disparó nuevamente los niveles de desocupación.
A fin del 2017, sobre una población en los 31 grandes aglomerados urbanos del país, de 27,63 millones de personas, el Indec registró una oferta laboral de 12,8 millones, de las cuales 11,9 millones estaban ocupadas en tareas remuneradas y 926 mil se encontraban desempleadas, pese a que querían ocuparse.
Las cifras de 2017 fueron muy alentadoras. De hecho, fue el año de mayor crecimiento de la economía desde 2011, con un alza del PBI de 2,8%. Pero la realidad cambió drásticamente el año pasado, con un combo de medidas internas y shocks internacionales que terminaron provocando una brusca devaluación, con aceleración inflacionaria, caída del salario real y fuerte caída de la actividad, que el Gobierno espera comience a revertirse en el segundo trimestre de este año.
«Se vino la noche de manera brutal sobre el mercado laboral. Más de 5 millones de personas (26,4% de la PEA) buscan cotidianamente trabajo en la Argentina», afirmó Lozano, presidente de Unidad Popular y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas.
«La desocupación llega al 11,4% en el Gran Buenos Aires y al 12,8% en el Gran Rosario (en total hay 385.000 desocupados más). A su vez, hay 370.000 sub ocupados más y la precariedad laboral se hace manifiesta al observar que aquellos que aún estando ocupados, dada las malas condiciones de trabajo e ingresos que tienen, siguen demandando empleo», dice el informe del economista, que anticipa que este deterioro laboral «adelanta la expansión de los niveles de pobreza e indigencia que publicará el Indec» la semana próxima.