“En el sector petrolero se necesita una mayor consistencia en las reglas de juego”

El CEO de Quintana Wellpro, una de las principales empresas de servicios de torres, puso en marcha un plan de renovación de la compañía con el objetivo de mejorar la capacidad del personal y reposicionarse…

viernes 07/06/2019 - 11:18
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El CEO de Quintana Wellpro, una de las principales empresas de servicios de torres, puso en marcha un plan de renovación de la compañía con el objetivo de mejorar la capacidad del personal y reposicionarse en el mercado del shale.

Según publica Econojournal, Quintana Wellpro, una empresa estadounidense que brinda servicios de torres, lleva más de 30 años en Argentina. Sin embargo, en 2016, desde la casa matriz se tomó la decisión de reposicionar la compañía frente a los desafíos que plantea el desarrollo de los no convencionales en nuestro país. Para tal n, la empresa contrató como CEO a Francisco Suárez, un ingeniero colombiano de vasta trayectoria internacional en empresas de servicio y que ya había trabajado en Argentina en tres oportunidades.

Instalado nuevamente en el país, Suárez puso en marcha el plan denominado “Quintana 2019”, basado en tres objetivos: mejorar la calidad y la seguridad en las operaciones, maximizar el talento del personal y obtener una mayor participación en el mercado local. A tres años de la puesta en marcha de aquel plan, los resultados están a la vista: la compañía llevó adelante una profunda renovación de su estructura gerencial, redujo en un 86% la siniestralidad de sus trabajadores y cerró contrato con operadores de peso como YPF, Shell, Exxon y Wintershall. “Cada día que empieza, nuestro desafío es ser mejores de lo que fuimos ayer. Queremos ser la mejor empresa en términos de calidad de servicios, de seriedad en los negocios, de seguridad; ser buenos empleadores y una buena empresa en la sociedad en la que nos movemos. En definitiva, ser un ejemplo de compañía seria”, explica Suárez a TRAMA.

¿Cuáles fueron los pasos que dieron para cumplir los objetivos que se plantearon hace tres años?
Uno de los planes fue achatar la estructura gerencial y la pusimos lo más cerca posible del campo. Establecimos esquemas de visitas de todos los gerentes, independientemente de la función que tuvieran dentro de la empresa. Otra iniciativa fue implementar estrategias de desarrollo de talentos. Creamos nuestra propia escuela de control de pozos, a la que denominamos Escuela Quintana, y que brinda capacitación técnica a todos nuestros operarios. En 2017 seleccionamos a las

18 personas que, a nuestro juicio, tenían mayor potencial de desarrollo en distintos niveles de la compañía. Nos asociamos con AON Hewitt, una empresa multinacional que se encarga de capacitaciones y con la cual pusimos en marcha un programa de desarrollo de talento, liderazgo y gerencia. Al año siguiente hicimos algo parecido pero con 80 personas, entre las que había jefes de equipos, supervisores de campo, de ingeniería y de mantenimiento. Ideamos estos programas no sólo con la intención de capacitarlos técnicamente. Queríamos crear líderes que estuvieran capacitados para tomar decisiones en momentos difíciles y en línea con nuestros valores corporativos de integridad y honestidad.

¿Cuál fue la estrategia para ganar participación en el mercado?
Empezamos a visitar y proponer proyectos para diferentes clientes. Hoy estamos trabajando con las operadoras más importantes de la Argentina: YPF, Shell, Exxon, Wintershall, Total, CGC, Roch. Los ejecutivos de estas empresas han ido a nuestras bases y les mostramos nuestros sistemas de mantenimiento. Les hemos manifestado que queremos hacer las cosas bien y tener estándares altos. Eso les ha gustado a nuestros clientes. Sabemos que somos una empresa chica, pero nos medimos con estándares globales como lo hacen compañías internacionales del nivel de Halliburton, Schlumberger o Baker. Nos tratamos de medir con varas altas para poder mejorar.

Otra de las innovaciones que trajo la nueva gestión fue potenciar el Código de Ética de la compañía e implementar la “línea ética”, una hotline en la que cualquier persona de manera anónima puede denunciar malos hábitos en la compañía. “Para esta línea ética contratamos una empresa llamada KPMG, que se encarga de recibir todas las denuncias. Las clásica y aquellas que considera sustanciales las eleva al Comité de Ética, que integramos diferentes personas de la compañía.

Desde el Comité establecemos un proceso, ponemos un investigador y le damos curso a la denuncia. Esto le ha brindado mucha transparencia a la compañía. Porque es una señal clara de que, si alguien está haciendo algo mal, tenga el rango que sea, puede ser denunciado por un subalterno.

¿Qué tipo de sanciones han establecido a través del Comité?
Desde suspensiones hasta despidos (esto último, por ejemplo, en el área de seguridad). Nosotros damos todas las herramientas que la persona necesita tanto en el entrenamiento como en el apoyo. También comunicamos nuestras expectativas en cuanto a seguridad. Cuando la persona, conociendo todo eso, decide no responder a los procedimientos de seguridad y comete un accidente, es una violación seria de la política de la empresa. A la gente que pone en riesgo su vida y la de sus compañeros decidimos tenerla afuera de la compañía. Es preferible eso, aunque sea doloroso, antes de que muera o mate a otra persona porque no fuimos lo suficientemente estrictos.

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