Advierten que la «regla ética» de renunciar para ser candidato pone en riesgo la propia reelección del presidente. Afecta a gobernadores, intendentes y a funcionarios que esperaban seguir en el cargo.
La nueva doctrina que aplicó Alberto Fernández para correr a Agustín Rossi del ministerio de Defensa por negarse a bajar su candidatura en Santa Fe ya preocupa al peronismo por el efecto dominó que podría tener en el Ejecutivo y en otras jurisdicciones, afirma La Política Online.
Luego de una semana de no poder disuadir a Rossi de deponer su postulación para que el oficialismo tuviera una sola lista encolumnada detrás del gobernador Omar Perotti, el presidente dijo desde Perú que los funcionarios que son candidatos deben dejar el cargo como «regla ética».
En el peronismo valoraron de buena manera el gesto del presidente, que consideraron como una manera necesaria de demostrar autoridad, pero creen que se excedió con su doctrina de la ética.
Es que por esa regla deberían renunciar al menos dos gobernadores, intendentes y funcionarios en varias áreas. Incluso creen que la propia búsqueda futura de la reelección del presidente se vería teñida de una «falta de ética» del propio Alberto, a menos que renuncie para ser candidato, una situación inédita en la historia argentina.
Este jueves renunció el propio Rossi y le siguieron Victoria Tolosa Paz y Daniel Menéndez, ambos funcionarios de Desarrollo Social que van en la lista bonaerense del Frente de Todos. El ministro de esa área, Daniel Arroyo, le había dicho a su equipo que su idea era seguir en el cargo hasta diciembre, cuando asumiera la banca en el Congreso. Ya le encontraron reemplazo para los próximos días.
El gobernador santafesino Omar Perotti, que va de candidato a senador suplente, quedó en una encrucijada luego de que su vicegobernadora, Alejandra Rodenas, se pidiera licencia sin goce de sueldo este jueves para ser candidata. Rodenas, aliada a Rossi, hizo ese movimiento para meterle presión al gobernador, como explicó LPO.
En consonancia con la decisión del presidente, el intendente de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque también deslizó su opinión para con los funcionarios en actividad que se postulan en estas elecciones. “Yo quiero que aquellos que deciden ser candidatos a legisladores nacionales lo hagan con responsabilidad. No podemos ir pasándonos de cargos en cargos, sin tener esa responsabilidad de asumir cargos para los cuales fueron elegidos”, lanzó días atrás.
EL POSIBLE IMPACTO EN LOS TERRITORIOS
En Tucumán se da otro caso paradigmático. El gobernador Juan Manzur va de candidato a senador suplente y su vicegobernador, Osvaldo Jaldo, lo enfrenta en otra boleta como candidato a diputado. La provincia quedaría acéfala si cumplieran la doctrina de Alberto. Además, el intendente de la capital, Germán Alfaro, también va de candidato a senador.
La doctrina también afecta a los intendentes del Conurbano. El jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza, va de primer candidato a concejal en su lista. Espinoza decidió encabezar la boleta para plebiscitar su gestión y ordenar la interna peronista en el distrito más poblado del país, pero le presentaron otras dos listas desde el kirchnerismo.
En Almirante Brown se da un caso similar. El intendente Mariano Cascallares se ubicó en el primer lugar de la lista de diputados provinciales por la Tercera Sección.
En la provincia, Daniel Gollan renunció al ministerio de Salud para ser candidato en la lista de Tolosa Paz. No lo imitó la ministra de Gobierno, Teresa García, que es candidata a senadora por la Primera sección. Sergio Berni es otro de los ministros del gabinete de Axel Kicillof que se presentó como candidato, en la Segunda Sección.