Primer documento del FMI post Lagarde: flexibilización laboral, apertura, privatizaciones y desregulación financiera. El Panorama Económico Mundial adelantado hoy insiste en las reformas estructurales para los paìses emergentes que hicieron desbarrancar a varias economías. Entre ellas, la argentina.
Reformas estructurales para todos los países emergentes. Con esa consigna comienza la gestión de Kristalina Georgieva al frente del Fondo Monetario Internacional. Flexibilización laboral, apertura comercial, privatizaciones y desregulación financiera, componen el paquete de reformas que, según promete la nueva conducción del organismo multilateral, resultará en más crecimiento económico. Las estimaciones incluidas en el Panorama Económico Mundial sostienen que quienes emprendan esas transformaciones experimentarán una expansión del producto superior al 7 por ciento durante un período de seis años.
Argentina es mencionada como uno de los países que, a lo largo de las últimas décadas, se abrazaron al programa de reformas sin lograr los resultados prometidos pero el documento no incluye sugerencias para ninguna economía en particular. “En algunos casos puede haber sucedido que las ganancias de las reformas hayan sido anuladas por episodios adversos como shocks macroeconómicos o políticas equivocadas. Un ejemplo es la sobrevaluación del tipo de cambio y el colapso de la convertibilidad en Argentina” indica el FMI al lamentar que la crisis “también condujo a la reversión de reformas anteriores”.
La existencia de casos fallidos no altera la creencia del organismo en el mantra de la flexibilización, la apertura y la desregulación. El recetario para crecer y cerrar la brecha de ingresos con los países desarrollados está para ser implementado por todos los países en desarrollo sin distinción, incluso Argentina a quien le exige desde la puesta en marcha del programa de financiamiento avanzar con las reformas jubilatoria y laboral. El reporte del FMI omite además que las políticas implementadas en los casos exitosos fueron opuestas a sus recomendaciones: más regulación, más intervención, más controles, más protección.
El FMI reconoce, sin embargo, la existencia de limitaciones políticas para llevar adelante sus reformas. Para sortear esas dificultades, el principal acreedor individual de Argentina ahora sugiere que los gobiernos “actúen rápidamente después de una victoria electoral para implementarlas durante su ‘la luna de miel’ política”. El organismo estimó que llevar adelante un paquete de reformas estructurales el año antes de las elecciones pueden llegar a perder hasta 3 puntos porcentuales. Que según indica el organismo es equivalente a sostener que las chances de reelección para la coalición de gobierno se reducen 17 puntos porcentuales.
Una segunda recomendación del Fondo a quienes aventuran el recorrido reformista es hacerlo en momentos de bonanza. “Las reformas tardan varios años en dar resultados y algunas de ellas -como reducir la protección laboral o liberalizar el mercado financiero- pueden implicar mayores costos cuando se implementan en momentos malos; lo mejor es realizarlas bajo condiciones económicas favorables y al comienzo de los mandatos electorales”, sostiene el reporte del organismo multilateral con el que deberá negociar el próximo gobierno argentino. Y, en tercer lugar, reconoce la regresividad de las medidas sugeridas para recomendar que sean acompañadas por “medidas complementarias que mitiguen los efectos adversos de las reformas en la distribución del ingreso”.
El relanzamiento del decálogo permanente de reformas estructurales del FMI está incluido en el tradicional informe anual del FMI que proyecta la marcha de cada país. El documento completo con esos guarismos será presentado la semana próxima durante la Asamblea Anual del FMI pero, como es habitual, el organismo difundió de manera anticipada algunos de sus capítulos. Esta edición del Panorama Económico Mundial será la primera elaborada bajo la gestión de Georgieva. Y, la flamante Directora Gerente del Fondo, ya se hizo eco de sus recomendaciones. “Un nuevo estudio del FMI centrado específicamente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo muestra de qué manera las reformas estructurales pueden aumentar la productividad y generar enormes beneficios económicos”, remarcó la economista búlgara este martes al apuntar directamente al grupo de países entre los que se ubica la Argentina.