Sin acceso al crédito internacional y tasas altísimas han encendido luces de alarma en el mundo empresario. En pocos meses hubo un derrumbe del valor de mercado de las compañías y pérdidas en los balances por la disparada del dólar. El caso Telecom.
Según publica Página12, la megadevaluación impacta en pérdidas en los balances, que aleja a inversores de sus acciones. El violento ajuste cambiario aumenta la exigencia de pesos para comprar los dólares necesarios para pagar intereses y capital de su deuda externa. También registran la caída del valor bursátil de la compañía y el alza de la tasa de interés por el derrumbe de las cotizaciones de sus bonos de deuda. Las grandes corporaciones están padeciendo el mismo ahogo financiero de la economía macrista, pero sin el auxilio de un prestamista de última instancia como el Fondo Monetario Internacional.
Uno de los casos más notables de esta crisis es la imposibilidad de Telecom de colocar un bono de 1000 millones de dólares en la plaza internacional en lo que va de este año, pese a que lo tenía previsto para el primer trimestre, con bancos ya contratados para esa tarea. Algunas firmas tienen espaldas financieras para transitar estos meses de estrés cambiario (como Telecom), otras están cerca de la cornisa y casi todas, si no se frena la dinámica destructiva de la crisis macrista, contabilizarán una fuerte caída de la rentabilidad en los próximos balances trimestrales y en el anual.
La causa judicial de las fotocopias de los cuadernos Gloria agudizó la sequía de dólares para ciertas compañías que estaban con planes de emisión de deuda en el mercado internacional, además de que se abrió el riesgo a investigaciones de los organismos de control del mercado bursátil de Estados Unidos a los dueños de las firmas mencionadas.
Este combo de estrangulamiento financiero está acorralando a grupos económicos, lo que explica en parte el modesto corrimiento que hicieron en estas semanas hacia posiciones críticas acerca de la forma de gestión de la crisis por parte del presidente Mauricio Macri y el devaluado mejor equipo de los 50 años, y proyectar a la vez su reemplazo a fines de 2019 con un político/a de similar ideología. Los hombres de negocios no dan muchas vueltas: una cosa es odiar a CFK y no querer que vuelva el populismo, y otra muy distinta es seguir bancando a un gobierno que exhibe ineptitud para administrar la crisis, debacle que está afectando la rentabilidad de sus compañías.
Dólares
El grifo de dólares de Wall Street no está cerrado sólo para el gobierno de la Alianza Cambiemos; también lo sufren las grandes empresas. El 28 de diciembre de 2017, Telecom Argentina celebró una Asamblea General Ordinaria que aprobó un programa de emisión de Obligaciones Negociables por hasta un monto máximo de 3000 millones de dólares. La primera etapa por 1000 millones de dólares de ese plan global iba a concretarse con la colocación de bonos a 5, 7 y 10 años, emisión organizada por los bancos HSBC, Citi, Santander y JP Morgan. Para adelantar esos fondos, que la compañía requería para financiar gastos de capital, capital de trabajo y otros fines corporativos generales, según informa en su balance, aprobó concertar un préstamo sindicado con esos bancos por ese mismo monto, concretado el 2 de febrero pasado. Pero pasaron cosas.