En las grandes cadenas de supermercados de todo el país, se profundiza el faltante de muchos productos de consumo básico, como consecuencia del cepo de Precios Justos, que les impide aceptar subas mayores al 5% mensual de sus proveedores. Basta recorrer cualquier sucursal de Comodoro Rivadavia para comprobar los huecos en las góndolas, en especial de gaseosas, cervezas, leche y yogures, aguas saborizadas, café y yerba de las marcas líderes.
La escalada inflacionaria, una vez más, demuestra la ineficacia de los controles de precios para frenar las remarcaciones. Según informó este jueves el Indec, en setiembre la inflación trepo a 12,7%, pero el muy sensible rubro de alimentos y bebidas llegó a 14,3%. Desde el Gobierno y el supermercadismo reconocen que hay dificultades, pero niegan que haya desabastecimiento. «Puede faltar algún artículo específico, pero siempre hay marcas alternativas«, dijo una fuente oficial.
De cualquier modo, muchas empresas de la industria de consumo masivo resisten a entregar la mercadería por la incertidumbre electoral y la volatilidad cambiaria. Un fabricante de gaseosas, por ejemplo, le advirtió a sus clientes que los precios aumentarán 35% a partir del 23 de este mes, es decir, al día después de los comicios presidenciales. En las cadenas temen que este tipo de acciones se repita con el resto de las compañías.
Más allá de su eficacia, Precios Justos hoy es lo más parecido a una ficción. En la última renovación del acuerdo, el Gobierno ofreció beneficios fiscales a cambio de frenar aumentos por encima del 5% mensual. Fuentes oficiales aseguran que sumaron unas 330 compañías de diversos rubros (electrodomésticos, motos, ropa, calzado y de insumos difundidos, entre otros), pero al menos 60 fabricantes líderes de consumo masivo rechazaron firmar el acuerdo.
En el sector privado argumentan que la pauta del 5% mensual es inviable con una inflación de dos dígitos. Pero además, señalan que las empresas podrían ser denunciadas en la Justicia. El temor es fundado, «porque recibir un beneficio fiscal como parte de un compromiso te expone ante el fuero penal tributario», explican.
Las cadenas, por exigencia del Gobierno, no pueden aceptar subas mayores al 5% mensual. Pero ante esto, advierten que en el último año hubo un festival de relanzamientos de «nuevos» productos, muy parecidos a los «viejos» salvo por mínimas diferencias. Esos detalles, como algún retoque en el packaging, en el formato o el cambio de algún ingrediente, son unas de las tantas fórmulas para eludir los controles.