Surge de un estudio del Ministerio de Trabajo de la Nación a partir de comparar las remuneraciones promedio según género. Las inequidades incluso son mucho mayores en la provincia que la media del país, donde el hombre gana 26% más que la mujer. La inserción laboral también es más precaria.
Según publica el diario Jornada, dentro del mundo laboral siguen existiendo importantes diferencias entre las oportunidades de empleo para los hombres y las mujeres, los cargos jerárquicos y fundamentalmente en relación a lo que cobran unos y otros, en muchos casos por realizar la misma tarea.
Un estudio del Ministerio de Trabajo de la Nación indica que la brecha salarial entre hombres y mujeres en todo el país promedia el 26% en favor del género masculino. Los datos corresponden al año 2016, pero son el síntoma de una tendencia estructural que aún no ha podido ser resuelta en pos de una mayor igualdad.
En el caso de la provincia de Chubut, las distancias entre géneros son aún más importantes y llamativas. Así la brecha entre lo que cobran los hombres y las mujeres es del 42%, 16 puntos por encima de la que se registra a nivel nacional en el 2016 (26%). Si bien, en los últimos años hubo ciertas mejoras en la provincia, la realidad casi no se ha modificado. En el 2012 las mujeres ganaban el 46% menos que los hombres, y en el 2016 percibían remuneraciones en promedio 42 % menores que los hombres. Si bien bajó unos 4 puntos, las diferencias en el mundo laboral siguen siendo abismales.
Los datos sobre la brecha surgen a partir de comparar las remuneraciones promedio en hombres y mujeres. De esta forma, en las comparaciones se pueden observar claramente las inequidades. Mientras por ejemplo en 2012 un hombre cobraba un sueldo promedio de $38.600 en Chubut, la mujer percibía $ 20.875. Hoy la comparativa con los datos a 2016 muestra que un hombre cobraría una media de $ 35.000, contra los $ 20.000 de la mujer.
Siguiendo con el análisis de género, las mujeres, al igual que los jóvenes, suelen tener una inserción laboral más precaria que sus pares varones en la provincia, mostrando mayores tasas de desempleo, subempleo y empleo no registrado. Su tasa de actividad suele ser menor, dando cuenta del rol social que asume este colectivo, con una amplia dedicación al cuidado del hogar y las personas dependientes.
De acuerdo a la EPH del segundo trimestre de 2016, entre las mujeres de ambos aglomerados se advierten diferencias importantes. En Rawson-Trelew se verifican tasa de actividad, empleo desocupación y subocupación superiores a las que alcanzaron las mujeres de Comodoro Rivadavia. Pero en esta última se advierte una tasa de empleo no registrado más alta. Con respecto a los varones de sus respectivos aglomerados, las mujeres presentaron tasas más bajas, salvo en lo relativo a la tasas de subocupación y empleo no registrado, que fue superior.
Dos años atrás el empleo femenino en Chubut representa el 27,8% del total del empleo privado registrado en la provincia. Esa relación está casi cinco puntos por debajo de la participación de las mujeres en el total del empleo registrado del país (32,5%).
Por otra parte, la estructura del empleo femenino de Chubut refleja su perfil de especialización. Se registra el elevado peso que tiene el empleo del sector primario (8,8% de las trabajadoras) en la provincia respecto al total nacional (2,4%).
En contraposición, el empleo industrial femenino en Chubut representa el 8,2% del total, mientras que en el país representan el 11,6%. El comercio emplea el 30,9% de las trabajadoras, una proporción superior al total nacional (20,4%). Finalmente es menor el peso de los servicios en el empleo femenino de Chubut respecto al agregado nacional (52,2% vs. 65,6%).
En el análisis por aglomerados con datos del segundo trimestre de 2016, se verifica una tasa de actividad para las mujeres de entre 15 y 65 años que residen en Trelew-Rawson del 53,8%. La tasa de empleo llega al 51,3% y la tasa de empleo no registrado es del 23,2%.
Los números mejoran para Comodoro Rivadavia en cuanto a los valores de desocupación femenina, aunque empeoran en lo que refiere a la tasa de actividad y empleo.