Alejandra Opazo, presidente de la Vecinal de ese sector de la zona norte de la ciudad, estimó que son más de un centenar los callejeros que deambulan por las calles del barrio portuario.
“Los animales sueltos son una tremenda preocupación en el barrio, pero no hay un ente que se haga cargo. Ni nosotros ni ningún vecino puede estar disposición esperando a ver quién viene a dejar el perro, porque vienen a dejar cantidades de perros por fin de semana y no es que son perros que uno los trae y después no lo puede cuidar y andan en la calle. Esa cantidad de perros ajenos que no se sabe ni de dónde salieron, los vienen a tirar acá al campo o a la playa y después aparecen en el ejido urbano, la gente les da comida o agua y ya quedan acá”, analizó la dirigente barrial.
Y agregó que “después andan de a 7 u 8 y se hacen jaurías que deambulan por la playa, nos hemos quejado e ido a denunciar pero no hay un lugar donde llevar los perros, por ejemplo, de ALMA si vas a denunciar, lo que dicen es que vienen a buscar el perro, pero te tenés que comprometer todos los meses a darle un bolsón de alimentos y por ahí la gente no tiene porque ellos tienen sus propios perros adentro de su casa”.
“Seguramente hay más de 100 perros dando vuelta. Andan de a grandes cantidades por ahí van para el campo y vuelven. Hay perros para hacer puré, pero no podemos quejarnos porque no hay nadie que se haga cargo. Ojalá pudiéramos identificar a los que vienen a dejarlos, tanto eso como a aquellos que uno ve que tiran basura en el camino del Km. 8 a Caleta Córdova, en horarios que uno no está”, amplió Opazo.
En ese marco, comentó que “han dejado tirado perros a mitad de camino y a los tres días están en la puerta de tu casa. Van a la Feria Frutos del Mar, porque siempre algo se cae o dan vuelta los tachos de basura. Antes de la pandemia cuando traían el tráiler tratábamos de agarrarlos y llevarlos, un par de perras fueron operadas, igual hay que tener coraje por si te muerden”, sostuvo.
“Creo que debemos pasar este año y uno más, porque la ordenanza se hizo en pandemia, hoy hay que seguir esperando, es a largo plazo. Por suerte no hemos tenido ataques a los vecinos o personas que vienen a pasear. Lo más grave es la basura y la contaminación. No podés comer porque tenés cinco perros al lado. No hay ataques, pero se teme igual y hay uno de ellos que molesta tremendamente y no se lo puede agarrar, que ha matado perros y gatos de los vecinos”, concluyó.
