A Guardián lo rescataron de la calle y a partir de ahí comenzó a ser un nuevo empleado de la estación: le colocaron ropa de playero y un distintivo para cuando las personas que se acerquen a él lo conozcan por su nombre y le quieran hacer algunas caricias.
Si bien se desconoce la localidad de nuestro país en donde el can fue adoptado por los trabajadores del lugar, pero lo cierto es que rápidamente y con mucho afecto pasó a formar parte de la familia del lugar.
Al estar siempre alrededor de la estación dando vueltas y acompañando a la gente, los empleados tuvieron un notable gesto al adoptarlo, bautizarlo con un nombre y ponerle el uniforme con los colores de la estación Shell.
Múltiples usuarios de las redes sociales quedaron conmovidos por la acción humana de los playeros, pero más aun integrándolo al equipo de trabajo. Y para no sentir frío durante el día, le crearon una cama con una frazada.