“Una caricia al amigo”, se titula una nota del sitio web La Veterana Plus, que habla con sentimiento puro del momento que se vivió este fin de semana en el que se homenajeó a Sergio Díaz, más conocido como “El Polaco”.
En la descripción, se incluye una foto con la gigantografía, de la que cuentan que ocupará un lugar preponderante en la sede de los veteranos de Laprida. Este es el desarrollo de la emotiva publicación firmada por Alejandro Carrizo:
“Temblaron las piernas y brotaron lágrimas. Un momento eternamente emotivo se vivió hoy por la tarde en la cancha de los Veteranos de Laprida.
Jugadores, amigos y familiares de Sergio “Polaco” Díaz se fundieron en un homenaje que, por momentos, dio la linda impresión de tener al agasajado, allí, entre los que estábamos expresando nuestro respeto a un hombre que se resiste a mirarnos de arriba.
El cimbronazo que estremeció médulas fue el instante en el que se desplegó la gigantografía del Gran Polaco. En un costado estaba escrito el sentimiento de la gran familia de los veteranos de Laprida por el adelantamiento de Sergio hacia una vida mejor, mientras que en otro sector de la imagen, se transcribió un mensaje que el propio Polaco hubiera dicho, allí, en ese momento con todos reunidos.
“No dejen caer lo que un día soñamos construir para nuestro barrio. Desde aquí voy a estar mirando y disfrutando de ese sueño”, resumía en parte esa frase. ¿Y cómo no encolumnarse detrás de ese ferviente deseo del Polaco?
Se leyeron sentidas palabras que pronunciaron la congoja de los que los acompañaron en gran parte de sus 46 años. También su señora agradeció el acompañamiento a toda la familia, pero además dejó un mensaje claro y contundente, “a no creerse súper hombres, nadie lo es, muchachos ante el menor síntoma hay que controlarse, se los pido por favor”, dijo la compañera del Polaco. Y todos asintieron.
Una tarde distinta en Laprida. Como cuando llegó el gol de la victoria por uno a cero ante el ocasional rival y todos fueron a abrazar a Sebastián, el hijo del Polaco. Fue como abrazar al propio Sergio Díaz. Porque créanme, el tipo estaba ahí, entre nosotros”.
Sencillamente conmovedor
Emotivo homenaje en Laprida a un futbolista veterano recientemente fallecido
“Una caricia al amigo”, se titula una nota del sitio web La Veterana Plus, que habla con sentimiento puro del momento que se vivió este fin de semana en el que se homenajeó a Sergio Díaz, más conocido como “El Polaco”.
En la descripción, se incluye una foto con la gigantografía, de la que cuentan que ocupará un lugar preponderante en la sede de los veteranos de Laprida. Este es el desarrollo de la emotiva publicación firmada por Alejandro Carrizo:
“Temblaron las piernas y brotaron lágrimas. Un momento eternamente emotivo se vivió hoy por la tarde en la cancha de los Veteranos de Laprida.
Jugadores, amigos y familiares de Sergio “Polaco” Díaz se fundieron en un homenaje que, por momentos, dio la linda impresión de tener al agasajado, allí, entre los que estábamos expresando nuestro respeto a un hombre que se resiste a mirarnos de arriba.
El cimbronazo que estremeció médulas fue el instante en el que se desplegó la gigantografía del Gran Polaco. En un costado estaba escrito el sentimiento de la gran familia de los veteranos de Laprida por el adelantamiento de Sergio hacia una vida mejor, mientras que en otro sector de la imagen, se transcribió un mensaje que el propio Polaco hubiera dicho, allí, en ese momento con todos reunidos.
“No dejen caer lo que un día soñamos construir para nuestro barrio. Desde aquí voy a estar mirando y disfrutando de ese sueño”, resumía en parte esa frase. ¿Y cómo no encolumnarse detrás de ese ferviente deseo del Polaco?
Se leyeron sentidas palabras que pronunciaron la congoja de los que los acompañaron en gran parte de sus 46 años. También su señora agradeció el acompañamiento a toda la familia, pero además dejó un mensaje claro y contundente, “a no creerse súper hombres, nadie lo es, muchachos ante el menor síntoma hay que controlarse, se los pido por favor”, dijo la compañera del Polaco. Y todos asintieron.
Una tarde distinta en Laprida. Como cuando llegó el gol de la victoria por uno a cero ante el ocasional rival y todos fueron a abrazar a Sebastián, el hijo del Polaco. Fue como abrazar al propio Sergio Díaz. Porque créanme, el tipo estaba ahí, entre nosotros”.
Sencillamente conmovedor