Ricardo Soto, de 34 años de edad fue asesinado en la tarde de este viernes en medio de un control de rutina en la ciudad santacruceña. En la despedida de familiares, amigos y compañeros de trabajo se vivieron momentos de mucha emoción.
Según publicó La Opinión Austral, el último adiós se realizó en el Centro Cristiano «Jesús te Ama», ubicado en San Martín y Moreno de la ciudad santacruceña. La Justicia entregó a la familia el cuerpo del prefecto luego de finalizada la autopsia, alrededor de las 14.30 horas, indicó La Opinión Austral.
Más tarde, su familia, compañeros de trabajo y amigos se reunieron en la esquina para despedir los restos de Ricardo, baleado mientras se encontraba en un control de tránsito por el aislamiento social preventivo y obligatorio que rige en todo el país.
Dentro del recinto no se permitió la permanencia de más de 15 personas y solo podían ingresar de a uno -y por no más de dos minutos- a despedir al prefecto asesinado.