Elon Musk no completó ni un año como CEO y dueño mayoritario de Twitter y ya se encargó de despedir a casi todo el personal que estaba en la compañía antes del inicio de su gestión. La última en irse fue Esther Crawford, que era jefa de suscripción de verificación y osó tomar una siesta reparadora en horario laboral.
Crawford estaba al frente del área de suscripción de verificación de Twitter y de Twitter Blue, la plataforma paga que intenta imponer Elon Musk desde su llegada a la compañía. La explicación de su siesta en el piso de su oficina fue que es lo necesario cuando la Dirección «está presionando las 24 horas del día para cumplir con los plazos», informó el sitio español 20 Minutos.
La víctima más reciente de los despidos de Elon Musk había entrado a Twitter en 2020, cuando la compañía compró Squad, una aplicación para compartir la pantalla.
Crawford era la CEO de Squad pero fue movida a los departamentos de diseño, ingeniería y producto de Twitter hasta recalar en el proyecto de la tilde azul.
La mujer aseguró estar «profundamente orgullosa del equipo que está construyéndose» a pesar del «ruido y caos» de la transición pero a partir de la semana pasada quedó arrumbada con los más de 5.000 empleados que quedaron en la calle durante la gestión actual independientemente de cuán clave era su aporte a la compañía.
Se calcula que de los 7.500 trabajadores que tenía Twitter antes de la llegada de Elon Musk apenas 2.000 quedan todavía dentro de la compañía.