Si lo que comenzó después del cierre de las listas de los candidatos en Boca fue una cuenta regresiva a las elecciones del próximo fin de semana, lo que se largó ayer fue el tic-tac de un reloj que ya juega pasos decisivos en cada movimiento, como si se tratara de una bomba a punto de estallar.
Y así lo demostró -o al menos lo intentó- la presencia de Juan Román Riquelme en el programa de Jorge Rial. Sí, muchas frases y argumentos fueron similares a los que había tirado el domingo en la previa del partido en Mendoza, pero lo que instaló esta vez fue un término que ya no tiene vuelta atrás en la guerra dialéctica, una manera de referirse al oponente que instala un clima más irrespirable aún que el que ya reinaba sobre el espectro político de los últimos tiempos. Informó Olé.
“Tan sucios no pueden ser”, soltó Román en medio de su alegato acerca de la presentación judicial que propició el cambio de fecha y que -según dejó entrever- podría tener más capítulos a lo largo de estos días. Porque hay aún cuestiones pendientes de resolución y Riquelme sabe por dónde puede llegar a haber novedades…
“Nosotros soñamos con lograr ser más de 57 mil votantes como tiene el récord el Barcelona, creemos que va a ser superior a la última que fueron 37, 38 mil… Esperamos que ningún otro juez o este señor que firma todas las causas nos quieran suspender a dos mil, o tres mil votantes…”.
Las acusaciones
La referencia de Román tiene varias aristas: una tiene que ver con el procedimiento judicial que se hizo el miércoles pasado en las oficinas de socios del club por el cual se investiga la cantidad de socios que se convirtieron en activos durante el 2021, con la sospecha de que en algunos casos que ni siquiera pasaron por la categoría de adherentes. Lo que se resuelva puede llegar a modificar el padrón electoral, que tiene 98 mil socios habilitados. Y, ante una eventual apelación del club, hasta postergar los comicios.
Anterior a eso fue el pedido de impugnación sobre tres agrupaciones que apoyan a la lista de Román, entre ellas, la que creó el propio Riquelme y por la cual se presentará como candidato a presidente el 3 de diciembre (Soy Bostero), por irregularidades en su personería electoral.
Y también pesa en esta historia la polémica medida cautelar que derivó en que la Justicia le ordenara al club cambiar las elecciones del sábado 2 al domingo 3 de diciembre y que derivó en un escándalo: porque al menos tres de los firmantes en esa solicitud judicial no fueron notificados y no dieron consentimiento para que sus nombres se utilizaran en la demanda. «Eso es un delito», acusó Riquelme.
Habló de todos
En la entrevista, se refirió más de una vez a Mauricio Macri, siempre sin nombrarlo, le pegó duro a Mario Pergolini (“siempre supe que era de la contra, yo me junté con Ameal, no con él”) y fue enfático con el tema del nuevo estadio que propone la oposición.
“No se puede cambiar de lugar. Si lo hacés como anuncia la oposición, se termina nuestro club. Se pierde todo. Nos arrancan el corazón. Eso no puede pasar”.
Nombres y temas varios
Luego de ir y volver sobre sus frases de cabecera, sobre la insistencia de una elección entre “un club de fútbol y uno que quieren usar para hacer política” y repasar nombres propios y hasta dejarle la puerta abierta al rumor de un regreso de Bianchi, Román se despidió.
Y apareció Ibarra en escena
Un rato después, quien apareció en LN+ fue su oponente, Andrés Ibarra, quien recogió el guante de inmediato: “Yo veo mucho nerviosismo del otro lado y recurriendo a este tipo de amenazas. Veo una campaña que me suena a lo que vivimos a nivel nacional, una campaña del miedo”.
Y fue más allá aún… “Veo la campaña de que si ganamos nosotros, somos los malos de la película. Me suena la campaña del miedo a la de su amigo Sergio Massa”.
Faltan cinco días, habrá mucho más material, actos políticos y presencia en medios. Los protagonistas se seguirán tirando con todo, los socios evaluarán. Y los hinchas de Boca, en medio de todo el ruido, sólo querrán que este 2023 se termine de una buena vez…