En la Justicia electoral siguen el debate político, pero por el momento sin preocupación. Por qué mayo es el momento límite para tener una definición
El oficialismo aceleró en los últimos días la discusión sobre la suspensión de las elecciones PASO del año que viene con una fuerte interna entre el presidente Alberto Fernández, que quiere mantenerlas, y el resto del Frente de Todos, que busca su derogación, según publica Infobae.
Además, la oposición ya manifestó su rechazo al cambio de las reglas de juego políticas para el 2023.
En el medio está la justicia electoral, que es la encargada de la organización y del control de los comicios, que requieren plazos y tiempo para su armado. Por el momento, el debate por la suspensión de las PASO no es un tema que genere preocupación, pero sí se sigue de cerca porque cualquier cambio modificará su trabajo.
Las PASO vienen debatiéndose desde hace varios meses, pero se aceleró en los últimos días.
Un bloque aliado al oficialismo en Diputados presentó un proyecto de ley para derogarlas. Una decisión del Congreso es la única manera de que no se hagan las elecciones internas.
En consecuencia, hubo voces fuertes. El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, dijo ayer que los gobernadores e intendentes oficialistas y la mayoría del Frente de Todos quiere la suspensión.
“El que toma las decisiones es el presidente Alberto Fernández y por eso se generan tensiones y se discute públicamente, porque la mayoría de los gobernadores e intendentes quieren convencerlo al Presidente de la idea que tienen”, dijo el ministro.
Horas más tarde, Alberto Fernández ratificó las PASO: «No quiero que en ningún lado no se respete la democracia, no se respete el veredicto popular, ni se tergiversen los procesos electorales que están en marcha».
En la justicia electoral siguen de cerca el tema, pero por el momento sin preocupación. Para que se ponga en marcha el calendario electoral falta bastante. Sin embargo, alertan sobre algunas situaciones.
Por un lado, las PASO se pueden suspender en cualquier momento, inclusive con la organización de las elecciones en marcha. En ese caso se habrá perdido tiempo de trabajo y dinero por la compra de los materiales que se necesitan para los comicios, aunque muchos de ellos se pueden utilizar en las elecciones generales de octubre.
En tribunales señalan que lo ideal sería tener una definición antes de mayo, debido que la Ley establece que el Poder Ejecutivo de la Nación debe hacer la convocatoria formal a las elecciones 90 días antes. Las PASO son el segundo domingo de agosto, que el año que viene es el 13.
Así, antes del 15 de mayo, debería estar el decreto que las convoque.
“Eso daría mayor previsibilidad a todos”, señaló una fuente. Sobre todo a los partidos políticos. Si se derogan las PASO entraría en vigencia la posibilidad de que los partidos, como marca su ley orgánica 23.298, convoquen a sus elecciones internas, en caso que así lo decidan. Ya sean solo para sus afiliados o abiertas.
Para que los partidos organicen sus internas también hay plazos y tiempos de presentación de padrón, de candidatos. “Hay que tener en cuenta que hace muchos años que no hay internas partidas por fuera de las PASO”, analizó otra de las fuentes consultadas.
Para eso también es clave que las PASO se deroguen, en caso de que así ocurra, con un tiempo prudencial. “Si se suspenden ya convocadas y poco antes de la elección, seguro habrá una judicialización del tema”, adelantaron desde tribunales.
El oficialismo no solo tiene su interna. Cuenta con el rechazo de Juntos por el Cambio de eliminar las PASO para las elecciones del 2023.
“Cambian las reglas porque creen que una PASO no les es conveniente y porque creen que así van a dañar a la oposición. Así que vamos a votar en contra”, dijo ayer la diputada opositora María Eugenia Vidal.
