El geólogo local José Paredes brindó una extensa entrevista a Crónica en la cual se refirió a la sequía de que se observa en el Río Senguer y el Lago Musters actualmente. Paredes explicó detalladamente a qué se debe el fenómeno y habló también sobre la época veraniega, en donde la provisión de agua nuevamente será un problema para la zona sur de la provincia.
José Paredes, geólogo local, hizo un exhaustivo análisis sobre la situación que se vive en la zona de Sarmiento con la sequía que se observa en los ríos y lagos actualmente. El entrevistado explicó en primer término que, las lluvias que caen en la zona de la cordillera, van a parar al Lago Musters. “Hay algo que se llama cuenca de drenaje, que es la zona en donde se capta el agua, que finalmente va a parar al Lago Musters. El agua recorre 340 kilómetros, esa es más o menos la longitud del Río Senguer, y después llega al Lago Musters. En la cordillera, por año llueven más o menos unos 1200 milímetros. Cuando uno sale de la zona de la cordillera y llega hasta Sarmiento, observa que el nivel de lluvia anual es de más o menos unos 200 milímetros, es decir, es una zona muy árida”, detalló.
Para entender de lleno el problema hídrico que existe en Chubut, hay que tener en cuenta la forma en que se alimenta el Río Senguer. Básicamente, la captación de agua se hace a través del registro nival. Luego del invierno, la nieve de la cordillera baja por la cuenca de drenaje y alimenta al Río Senguer, y luego de un tiempo, esa agua llega hasta el Lago Musters. “El problema de estos últimos años radica en que el nivel de nieve que cae en la cordillera es cada vez menor, se está reduciendo. Como las nevadas están siendo cada vez menos importantes y no se acumula tanta cantidad, eso después repercute en el nivel de agua del río, y por tanto, llega mucho menos agua al lago”, señaló Paredes.
“A lo largo de la cuenca del Río Senguer hay pocos lugares en donde se hace un monitoreo constante de cuánta agua va llevando el río. Uno de esos lugares es una estancia que se llama ‘Los Molinos’, en lo que se conoce como el Codo del Senguerr. Ahí hay un punto de monitoreo que históricamente ha tenido registros más o menos sistemáticos. En los meses de octubre y noviembre, después de que se derrite la nieve, el promedio de agua que llega es de 84 metros cúbicos, un volumen importante. Pero en marzo, después del verano, esa cantidad de agua es de 10 metros cúbicos, es decir que se reduce ocho veces”, agregó el entrevistado.
El geólogo local explicó también que, durante los últimos dos años, la zona sur de la provincia se vio afectada por un fenómeno que se produce a escala global que se conoce como “La Niña”, que tiene que ver con cómo circulan las masas de aire y de agua en los océanos, y que impactan en el clima de Argentina. “Básicamente, el agua del Océano Pacífico está más fría de lo normal. Si el agua se calienta, se evapora. Esa evaporación genera nubes, y esas nubes generan lluvia. Muchas de las lluvias que nosotros recibimos en la cordillera están relacionadas con los vientos que vienen del Océano Pacífico, que, al chocar con la cordillera, generan precipitaciones de nieve y lluvia y luego alimentan nuestros ríos. Ahora bien, cuando se produce un ciclo de aguas oceánicas frías, se evapora menos agua, y al evaporarse menos agua, caen menos lluvias”.
“El verano va a ser un escenario de poca disponibilidad de agua”
Respecto a la época veraniega, el momento más crítico del año para ciudades como Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Rada Tilly, en donde escasea el recurso hídrico, el entrevistado hizo hincapié en que “estamos entrando en agosto y no ha nevado ni llovido. El verano va a ser un escenario de poca disponibilidad de agua. Esto va a tener mucho que ver con las decisiones que se tomen a nivel político, en base a cómo lograr una utilización óptima del recurso, que cada vez es más escaso”, concluyó.
Fuente: diariocronica.com.ar