Ananias Astudillo vive en calle Alassia al 1.300 del barrio Abel Amaya y el pasado domingo estaba junto a una amiga en la planta baja del domicilio y la planta alta, en los dormitorios, estaban sus cuatro hijos de 14, 12, 8 y 2 años cuando el desastre ocurrió. Vía Diario Crónica.
“De repente se me voló el techo y quedó en el patio de un vecino, toda la parte de arriba de los dormitorios perdimos todo. Yo estaba a punto de subirme arriba para ver cómo estaban las chapas, no alcancé a subirme si no me mataba directamente cuando voló todo”, precisó a Crónica.
Y añadió: “cuando pasó fue muy angustiante, fui arriba a rescatar a los nenes y los agarré para que bajáramos y saliéramos, vino el vecino de enfrente que me ayudó a sacarlos, cortar el gas y sacar los papeles más importantes, después vinieron todos los vecinos para atar las paredes que quedaban, los techos quedaron en el patio de los vecinos, en la calle”.
A partir de ello, Ananias manifestó que «gracias a Dios nadie resultó herido, pero las pérdidas de la parte alta fueron totales. “Solo quedó lo de abajo, pusimos un tirante para que no se venga toda la casa abajo y arriba está la madera de machimbre y colocamos un nylon pero está en constante peligro de derrumbarse”, sostuvo.
“Hace cuatro años vivimos acá, con mi marido levantamos nuestra casa a pulmón, con mucho sacrificio y con su trabajo, y ahora no tenemos nada. Estábamos ampliando hacia adelante la casa y nos endeudamos y ahora para levantar otra vez no tenemos, es la realidad”, afirmó la mujer.
Colaboración y rifas
Desde la iglesia Santísimo Sacramento junto a amigos, familiares y conocidos que donaron premios, comenzaron a vender una rifa para ayudarlos a reunir fondos para costear la reparación de manera que venden un número por $300 y dos por $500 contando con más de nueve premios y quienes colaborar pueden comunicarse al 2974191149 o al Facebook de Candela Rain.
De igual forma, se pueden donar elementos de construcción. “Hoy todo nos sirve, aunque sea un ladrillo, cemento o hierro, todo sirve porque tenemos que empezar la casa de cero. Hoy mis hijos son mi preocupación, estamos repartidos en varios lugares y mi marido y yo nos quedamos acá para cuidar lo que queda, queremos volver a estar juntos”, finalizó.
