La paralización de la obra pública a nivel nacional y la escasez de ejecuciones provinciales han dejado a los contratos municipales como la única tabla de salvación para las constructoras locales. Sin embargo, esta fuente de trabajo se ha vuelto cada vez más inviable debido a los plazos de pago en un contexto de inflación galopante.
Gonzalo Cordón, referente de la empresa Transredes, detalló la difícil situación: «Atravesamos una serie de desfasajes económicos muy importantes producto de la fuerte inflación que tenemos y la devaluación de diciembre. Todos nuestros costos están atados a eso y estamos trabajando con contratos con una antigüedad promedio de 10 a 12 meses y un sistema de ajuste de precios que tiene una velocidad de recupero de la brecha de unos 4 o 5 meses más: se hace inviable la ejecución de la obra porque estamos debiendo soportar aumentos del 300% durante el contrato».
La solicitud de una emergencia transitoria para la obra pública municipal se presenta como una medida urgente y necesaria. Los representantes de las constructoras, junto al secretario general de UOCRA, Raúl Silva, instan a brindar herramientas al ejecutivo municipal para abreviar los plazos de pago, mientras persista el contexto inflacionario.
Ariel Montenegro, concejal vinculado con UOCRA, expresó su preocupación por la creciente crisis de empleo en el sector: «Silva (Raúl) comentó que son 800 los despidos del sector, podrían ser 1200 de continuar a este ritmo. El contexto demuestra que no tenemos obras nacionales ni provinciales, entonces el sector depende netamente de la obra pública municipal».
La falta de obras nacionales y provinciales ha llevado a una desaceleración drástica en el ritmo de las construcciones en la ciudad. «Como se está viviendo esta situación, y para no terminar en contratos inconclusos -que es lo que va a pasar si no se modifican las herramientas-, es que se propone esta metodología con la cual creo que se podría llegar a reactivar bien al ritmo que debe ser», explicó Cordón.
Ante esta situación crítica, el sector de la construcción en Comodoro Rivadavia enfrenta un futuro incierto, con más de 800 empleos perdidos en los últimos meses y la amenaza de que esta cifra aumente si no se toman medidas inmediatas para abordar la crisis que lo aqueja.