Luego de cuatro meses consecutivos creciendo por encima de la inflación –abril, mayo, junio y julio–, los salarios bajaron su ritmo de recuperación en agosto. Según surge un informe de la Secretaría de Trabajo, sobre la base de datos de la Situación y Evolución del Trabajo Registrado (SIPA), en el octavo mes del año, tanto los sueldos efectivos del empleo asalariado registrado privado como las remuneraciones acordadas en los convenios colectivos de trabajo interrumpieron la dinámica verificada en el cuatrimestre inmediatamente anterior.
No obstante, el informe citado aclaró que la variación puntual en la evolución salarial no implica necesariamente el quiebre del proceso de recuperación del poder adquisitivo de los salarios, sino que refleja la tensión aún persistente entre los aumentos salariales definidos en la negociación colectiva y el aumento del nivel general de los precios de los bienes y servicios.
El informe citado lo reflejó así: “En efecto, después de cuatro meses de crecimiento ininterrumpido, en agosto el poder adquisitivo del salario promedio del empleo asalariado registrado privado –que surge de procesamiento del registro administrativo del SIPA– se contrajo 1,3% con respecto al mes anterior”.
En el informe de la Secretaría de Trabajo se analizó que, independientemente de la situación puntual de agosto, “el proceso de recuperación del salario real verificado durante este año dio lugar a que el poder adquisitivo del promedio de las remuneraciones del empleo asalariado registrado privado de agosto de 2024 se encuentre prácticamente en el mismo nivel que en noviembre de 2023″.
Según este informe, la capacidad de compra del salario medio se incrementó 12,6% en los primeros ocho meses del año, y consiguió así compensar prácticamente el deterioro del poder adquisitivo provocado luego de la devaluación de diciembre de 2023. “En efecto, el salario medio real de agosto de 2024 se encuentra solo 0,3% por debajo de noviembre de 2023 (cuando en diciembre llegó a estar 11,4% por debajo de noviembre)”, se indicó.
En este contexto, un dato no menor es que, en comparación con las últimas devaluaciones contractivas del salario real recientes de la economía local, se observa que el proceso actual es el que logra recuperar más rápidamente el poder adquisitivo de las remuneraciones. “En agosto de 2024, habiendo transcurrido ocho meses de la devaluación de diciembre de 2023, el promedio del salario real recupera casi la totalidad del poder adquisitivo perdido”, se puntualizó en el análisis mencionado.
Perfil heterogéneo
Claro que la realidad no es igual para todos y la recuperación salarial exhibe un perfil heterogéneo. “Un ejemplo de esta dinámica diversa es lo que ocurre con la variación del salario real en los 27 convenios colectivos de trabajo evaluados entre noviembre de 2023 y agosto de 2024. En 13 convenios el salario real se incrementó en promedio 6%; mientras que en los restantes 14 convenios el salario real se contrajo 9%”, se explicó.
Asimismo, la dinámica observada en los últimos meses en los salarios del empleo registrado privado, impulsada por la negociación colectiva, no necesariamente se replica con la misma tendencia en cada uno de los componentes que conforman los ingresos de los hogares. “En este sentido, cabe destacar que los salarios del trabajo asalariado formal privado apenas representan una tercera parte de los ingresos totales percibidos por los hogares”, se aclaró en el informe del SIPA.
En un contexto de desaceleración de la inflación y de canastas básicas (la alimentaria y la total) creciendo por debajo del índice de precios, es vital mantener la recuperación de los salarios, para poder así reducir la indigencia y la pobreza. En el primer semestre del año, la primera ascendió a 18,1%, mientras que la segunda llegó a 52,9%, según cifras oficiales.