El Rojo se Copa

Independiente le ganó a Defensa y Justicia y alcanzó a Newell’s en el último cupo que clasifica a la Libertadores. Domínguez y Sánchez Miño, de gran definición, metieron los goles. Tagliafico, que había llegado el…

jueves 15/06/2017 - 22:15
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Independiente le ganó a Defensa y Justicia y alcanzó a Newell’s en el último cupo que clasifica a la Libertadores. Domínguez y Sánchez Miño, de gran definición, metieron los goles. Tagliafico, que había llegado el miércoles, jugó todo el partido.

Aplaudan, no dejen de aplaudir. A Tagliafico, que llegó el miércoles por la noche a Buenos Aires después de un viaje larguísimo desde Singapur: no sólo aguantó todo el partido sino que además hasta último momento mostró esfuerzo, dosis de energía y concentración. Admirable y difícil de explicar semejante entrega. A Sánchez Miño, por su enorme definición en el segundo gol de Independiente. A Bustos, que después de un planchazo de Miranda se bancó seguir en la cancha. A Campaña, que una vez más ratificó por qué es uno de los puntos altos del Diablo en la temporada, con su atajada a Bouzat. A Domínguez, por su precisa definición en el derechazo del empate, segundos después de la ventaja local. A Rigoni, emplazado en su diagonal para generarle daño al rival. Y al esfuerzo colectivo del equipo de Holan para recuperarse tras la derrota en el clásico ante Boca en la Bombonera. No es fácil dar vuelta un partido de visitante…

Pero ahí están los de Avellaneda, en la línea de Newell’s en la lucha por el último cupo que clasifica a la Libertadores (hoy entra la Lepra por mayor cantidad de goles, 38 a 34, en diferencia ambos están con +13).

De todas maneras, debe quedar claro que el Rojo no tuvo su mejor exposición. Sobre todo en el segundo tiempo. También, hay que considerar la calidad del rival, de habitual precisión con pelota y de eficacia de local en el torneo. Bouzat por momentos fue difícil de dominar para el fondo rojo. Aunque eso potencia el mérito de Independiente, capaz de sostenerse cuando la pelota estaba en dominio de los de Varela.

El visitante tuvo otro contratiempo que fue la lesión de Meza en el primer tiempo, en una jugada en la que todo Independiente reclamó penal por foul al ex Gimnasia. Entró Benítez, aunque apenas mostró sus piques y su desequilibrio. Y el ingreso de Erviti por Albertengo (poca sintonía con sus compañeros) transmitió algo de tranquilidad pero tampoco fue revulsivo.

Quizá, fue el partido de la era Holan con menos méritos ganado por Independiente. Eso no debe resultar desestimulante en un contexto con problemas, por la forma en que regresó Tagliafico, la baja por lesión de Gigliotti y con Erviti y Benítez en el banco por las dolencias que arrastraban.

La respuesta mental fue buena, no hubo desconcentraciones ni tampoco descompensaciones. La solidez está ratificada y el patrón de juego, en el que la transición al área rival busca ser rápida, no se perdió por lo menos en las intenciones. Así, el Rojo puede coparse. La línea que lo separa de Newell’s es cortísima.

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