«Si bien no estamos de acuerdo con las colectoras, las vamos a usar. No sé si con Francisco de Narváez o con Juan Pérez, pero las vamos a usar.” La pragmática sentencia del titular de la UCR, Ángel Rozas, puso sobre la mesa una realidad urticante en el centenario partido, pero que a falta de candidatos en la provincia de Buenos Aires, puede ser una opción más que apetecible. La idea de utilizar las colectoras ya provocó la furia de uno de sus aliados, la líder del GEN, Margarita Stolbizer. La diputada suspendió las negociaciones con la UCR hasta que haya “una definición clara y concreta” sobre quiénes serán las patas del Acuerdo Cívico.
Cuando faltan 43 días para que los partidos presenten sus alianzas para las primarias del 14 de agosto, la oposición trabaja contrarreloj para consolidar acuerdos que le permitan dar pelea al kirchnerismo en el escenario nacional.
En el radicalismo, que aparece hoy –a lo lejos– como la primera fuerza de oposición al Frente para la Victoria (FPV) en los comicios del 23 de octubre, de a poco empiezan a aclararse las cosas. Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz largaron la carrera para convertirse en candidatos a presidente de la UCR, pero el vice avisó que no competirá y rápidamente se colocó bajo el ala de “Ricardito”. El otro de los contendientes, mendocino como Cobos, parece que seguirá el mismo camino. Sanz perdió gran parte de su caudal político cuando renunció a presentarse el 30 de abril a las internas anticipadas. En la fuerza dan por hecho que tampoco irá a las primarias obligatorias del 14 de agosto. El senador anunció que “después de Semana Santa” tomará una decisión sobre su eventual postulación. Si se baja, en las próximas dos semanas podría reunirse con Rozas para cerrar su incorporación a la campaña de Alfonsín.
Tal vez por eso, Cobos se muestra cada vez más cerca del diputado. En su círculo temen que cuando Sanz se meta de lleno en el armado político el vice resulte desplazado. “Lo veo muy firme a Alfonsín. Sanz debe tomar una decisión urgente”, declaró a Tiempo Argentino el cordobés Oscar Aguad, quien competirá por la gobernación de su provincia.
Así las cosas, la UCR debe garantizarse candidatos en todas las jurisdicciones, pero cuenta con una dificultad para nada despreciable: aún no definió el nombre de su postulante para la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país. Los radicales, a riesgo de ver su sueño presidencial estallar en pedazos, evalúan que De Narváez puede ser una alternativa respetable para apuntalar a Alfonsín.
Si bien hasta ahora todos los involucrados negaron las negociaciones, nadie se atrevió a desecharlas de plano. “Estoy concentrado con lo que pasa en Córdoba. La Mesa Nacional va a hacer lo que resulte más conveniente para la UCR. Tenemos que hacer una gran elección y todo lo que nos sirva es bienvenido, siempre y cuando respete los lineamientos del partido”, afirmó Aguad.
“Para nuestra propuesta creemos que Macri es un límite”, declaró el jueves el gobernador socialista de Santa Fe Hermes Binner, aunque admitió que no descartaba “coordinar más adelante”. ¿Y De Narváez?.
(Jornada)