El púgil argentino, de 31 años, se impuso una vez más en las tarjetas con una presentación destacada ante el filipino, que hasta febrero acumulaba diez años sin perder
Imparable. Fernando Daniel ‘El Pumita’ Martínez defendió con éxito su corona supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), al vencer al filipino Jerwin Ancajas por puntos, en decisión unánime, en una pelea revancha celebrada este sábado en el Dignity Health Sports Park de Carson, California, Estados Unidos, la casa de Los Angeles Galaxy.
El triunfo del oriundo de Avellaneda, de 31 años, resultó más amplio que el primero y fue reflejado por los jurados con las siguientes tarjetas: 118-110 (Tiffany Clinton), 119-109 (Ellis Johnson) y 118-110 (Zachary Young). Todas, claro, a favor del fanático de Boca. Martínez había destronado al filipino en un gran combate realizado en Las Vegas el 26 de febrero pasado, con fallos 118-110 (dos) y 117-111.
Ahora Martínez queda con récord invicto de 15-0 y 8 KOs, mientras que Ancajas se queda con 32-3-2 con 22 KOs.
La historia de vida de “un campeón mentiroso”
El Pumita, boxeador profesional desde en 2017, exhibe un palmarés de 15 victorias (8 antes del límite) sin empates ni derrotas, con victorias en cuadriláteros de Sudáfrica (obtuvo el título de plata supermosca CMB) y Dubai antes de su gran noche en Las Vegas en febrero de este año.
Curtido por una niñez complicada, en la que llegó inclusive a resistir violentos intentos de desalojo, Martínez expresó «el sueño de salvar a la familia», consumada su segunda victoria sobre Ancajas.
El filipino, de 30 años, nacido y residente Panabo City, sufrió la tercera caída de su foja profesional -segunda ante el argentino-, después de acumular 33 victorias (22 por KO) y 2 empates. «Es un muy buen rival, un gran campeón», reconoció Martínez sobre el ring, donde fue abrazado por su promotor, el ex campeón mundial Marcos ‘Chino’ Maidana.
«Yo soy un campeón mentiroso, tengo un récord mentiroso… Vengo desde los 11 años luchando para poder comprarle una casa a mi familia. Creo que con un par de defensas más lo voy a poder lograr. Soy de un peso chico y la paga no es muy buena», asumió.
Fanático Xeneize, el Pumita agradeció a los Bomberos Voluntarios de La Boca por el apoyo durante su preparación: «La verdad es que hicimos una terrible campaña», dijo. «Defender el título es más difícil que ganarlo por primera vez. Ahora vamos por todos los campeones de la categoría», se entusiasmó.