Aunque nació en Bernardo de Irigoyen, en Misiones, Chiquito Romero se mudó con su familia a Comodoro Rivadavia, y en el sur, con canchas peladas y mucho viento, descubrió que quería ser arquero. Sus primeros pasos en el fútbol fueron a los 10 años en la Comisión de Actividades Infantiles, donde el entrenador que lo recibió ya le vio condiciones muy especiales que se destacaban: “Desde chico le pateábamos penales y los atajaba” publicó TN.
Mario Amado, su primer DT en el fútbol, habló con TN sobre las virtudes del arquero que le dio la clasificación a Boca a las semifinales de la Copa Libertadores atajando dos penales en le definición con Racing en el Cilindro de Avellaneda.
“Desde chico era muy intuitivo con los penales y siempre se tuvo una confianza bárbara. Cuando vos ves un arquero con esa tranquilidad, el pateador se achica. Lo que tiene Romero con los penales es innato, y si te dicen que le enseñaron es mentira”, contó Amado, un histórico formador de divisiones juveniles de la CAI en la provincia de Chubut, que fue reconocido por el propio Romero como el entrenador que más influyó sobre él en su carrera.
“Tiene una fortaleza mental increíble”
Entre los 10 y los 15 años, Romero atajó para la CAI, donde le cambiaron el apodo de “Checho” a “Chiquito” porque era el más bajito de todos los hermanos aún midiendo 1,91 (Oscar 1.94, Marcos 1.95 y Diego 2.08). Por entonces ya tenía mucha pasta para el arco, aunque también le gustaba mucho el básquet, pero nadie imaginaba que podría convertirse en ídolo de la Selección argentina y de Boca.
Según Amado, el secreto de Romero para los penales viene desde chico, y lo basó en tres aspectos: “Es inteligente, muy intuitivo y tiene una fortaleza mental increíble”. Además, agregó: “Sabe cómo se para el jugador que va a patear y eso lo hablé con él”.
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“Anoche estaba mirando el partido con mi hijo, los dos somos de River, y cuando fueron a penales le dije ‘lo gana Boca’. Lo sabía por la intuición que siempre tuvo de pibe. Eso es naturaleza. No se compra. Es pura presencia en el arco”, agregó Amado.
La anécdota de Chiquito Romero en la playa y el problema con los pies
“Nosotros entrenábamos en la playa en Comodoro y ya se destacaba. Atajaba el 80% de los penales que le pateábamos. Era un flaco grandote, ocupaba todo el arco, tenía una intuición bárbara”, contó su primer DT recordando los años previos al desembarco de Chiquito en las inferiores de Racing.
Además, dejó algo en claro: “No era tan bueno como arquero. Se fue haciendo con los años y fue progresando mucho. Pero tenía altura y mucha personalidad, y sobre todo muchas ganas de crecer. A los 15 años se fue a Racing para empezar en el fútbol profesional y después vino el ojo tuvo Van Gaal para llevarlo al AZ cuando todavía era muy joven”.
“Yo siempre le dije que tenía que mejorar la pegada a la pelota porque era muy malo con los pies. Eso lo reconoció Sergio en una entrevista que le hicieron. Yo veía que el fútbol iba para ese lado con el tema de los arqueros y le dije que tenía que ser un jugador más con los pies. Al principio era malísimo pateando”, señaló entre risas.
“El que dice que le enseñó a atajar penales, miente”
Por último, y antes de despedirse, agregó: “El protagonista es Chiquito. El que dice que le enseñó a atajar penales, miente. Eso lo trae de nacimiento, está en su naturaleza. Por eso yo siempre digo que nosotros los formadores podemos ayudarlos a mejorar, pero jamás podría decir que yo formé a un arquero que fue campeón Sub 20, subcampeón del mundo y que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos”.
Después de la charla con TN se fue al club para seguir con su pasión, como hace 30 años, entre los que vio pasar a Chiquito Romero, los hermanos Barrientos, Sixto Peralta, Leonardo Ulloa, Ignacio Malcorra y Leonardo Gil, entre otros futbolistas profesionales que se formaron en el club sureño.
