A esta altura de marzo, después de tres años de una tormentosa gestión y hastiado de la crisis interna alimentada, en gran medida, por el kirchnerismo, Alberto Fernández considera que puede pelear por la reelección.
Además, advierte que es necesario que haya una discusión de poder en las PASO, entre el kirchnerismo y el peronismo tradicional, para intentar renovador la conducción del espacio político.
El Presidente sostiene que está en condiciones de competir, más allá de la debilidad de su autoridad política y el desgaste de su palabra. ¿El motivo? No aparecen en escena candidatos firmes que midan en las encuestas mucho mejor que él. Ni en el kirchnerismo, ni entre los gobernadores del PJ. No hay candidatos de 25 puntos y ese es un gran problema para el oficialismo, publica Infobae.
La teoría está apoyada sobre la base de que Cristina Kirchner no competirá por la presidencia y que Axel Kicillof – el mejor candidato K en términos de intención de voto – resiste cualquier especulación sobre su salto a una candidatura nacional y trabaja para gobernar cuatro años más la provincia de Buenos Aires. Sumado a que Sergio Massa asegura que no va a ser y la alta inflación condiciona cada vez más su posible candidatura.
“Alberto puede ser porque hoy lo que hay es una competencia de enanos. Y uno de esos enanos tiene una banda y un bastón”, sentenció un funcionario nacional cercano al Jefe de Estado. En el círculo presidencial ven que no hay un candidato potente que encolumne a todo el espacio político, lo que provoca que Fernández tenga posibilidades de jugar por la reelección.
El único precandidato firme y que se está moviendo en clave electoral es Daniel Scioli, quien tiene un estrecho vínculo con Fernández y un acuerdo de cara a los comicios. Si el embajador en Brasil, cerca del cierre de listas, mide más que él, lo terminará apoyando. Sino le pedirá su respaldo para competir por un nuevo mandato al frente de la Casa Rosada.
Si el Presidente no baja su candidatura como quiere La Cámpora, ¿Cómo podría transformarse en un candidato apoyado por el kirchnerismo, sin ser boicoteado en forma permanente? El primer mandatario cree que a sus rivales internos no les quedará otra opción que apoyarlo o que derrotarlo en unas PASO. Que quedarán encerrados en un dilema.
“El kirchnerismo no tiene un candidato fuerte. ¿Si va Alberto, qué van a hacer? ¿Van a romper la coalición? La ruptura se puede pagar cara. Le garantizarían a (Mauricio) Macri que vuelva al poder”, afirmó un dirigente de estrecha confianza de Fernández, que resiste la embestida K y se ilusiona con la posibilidad de competir, más allá de sostener la indefinición de su candidatura para no dejar escapar el poco poder que tiene.
En la Casa Rosada ya tienen en claro que el kirchnerismo busca acumular adhesiones para darle a CFK el mayor poder posible concentrado en la lapicera que define las candidaturas. Si quedaba alguna duda, Máximo Kirchner las despejó en el acto donde se lanzó el operativo clamor el fin de semana pasado. “Hay un desafío enorme por delante que es construir las condiciones para que quien diseñó la estrategia electoral en 2019, vuelva a diseñarla”, sostuvo.