El mercado espera con incertidumbre la entrada en vigor de las sanciones estadounidenses contra Irán, las cuales alterarán la producción y los precios. En tanto, Arabia Saudí no tiene la intención de desatar un embargo de crudo al estilo de 1973 contra los consumidores occidentales y separará el petróleo de la política, dijo el lunes el ministro de energía del reino en medio de una crisis cada vez mayor por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Las declaraciones sauditas parecen un chantaje.
Las sanciones inminentes del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Irán son el mayor de una serie de misterios que afronta el mercado petrolero en este momento.
A pesar de que las sanciones al sector energético de Irán entrarán en vigor el 05/11, aún persisten las preguntas sobre cuántos barriles iraníes quedarán fuera de producción.
Corea del Sur, Japón, Grecia y Francia ya han reducido sus compras de petróleo a Irán.
Pero ¿qué hará India? ¿Acatará China las sanciones de Donald Trump en medio de una guerra comercial con USA?
Y además está Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, involucrado en un asesinato que ya tiene repercusiones.
“Esta es una gran parte de la incertidumbre con la que el mercado está lidiando en este momento: ¿Cuánto pueden producir realmente los saudíes en el corto plazo?”, escribió Michael Wittner, director global de investigación petrolera de Societe Generale.
Incluso si Arabia Saudita es físicamente capaz de bombear mucho más —lo cual es un enorme supuesto—, hay nuevas dudas sobre si el reino estará dispuesto a hacerlo.
Si los sauditas no bombean, la estrategia de Trump terminará en un fracaso.
Arabia Saudita ha amenazado con tomar represalias contra posibles sanciones de USA por el asesinato del periodista del The Washington Post, Jamal Khashoggi.
Si bien es poco probable que Arabia Saudita reduzca completamente la producción, es posible que el reino tampoco tenga prisa por salir al rescate de Occidente, que acaba d e boicotear un encuentro saudita de inversionistas, como consecuencia del asesinato de Khashoggi.
Arabia Saudita podría decidir realizar lentamente sus futuras alzas de producción.
Y no es posible que mercados como el de Europa compense rápidamente los barriles iraníes marginados.
Para colmo el boom del petróleo de fracking que produce USA se ha desacelerado un poco en los últimos meses por limitaciones de infraestructura. La Cuenca del Pérmico creció tan rápidamente que el campo petrolero de esquisto del oeste de Texas se está quedando sin oleoductos para llevar crudo a las refinerías.
Se espera que los cuellos de botella persistan hasta la 2da. mitad de 2019, cuando inicien operaciones nuevos ductos.
En este contexto, los precios del crudo resultan inestables.
El mayor factor desconocido sigue siendo Irán. Los operadores petroleros están aguardando los detalles del gobierno de Trump sobre posib les exenciones que permitirían a los países continuar comprando al menos algo de petróleo a Irán.
Para agradar a su socio Israel, Trump ha tomado una posición dura contra Irán.
Precisamente Arabia Saudita es un importante aliado de Trump contra Irán.
John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump, dijo que el objetivo es reducir las exportaciones de petróleo de Irán a “0” para noviembre.
Pero Trump podría optar por tomar una posición intermedia en un esfuerzo por evitar que los precios del petróleo y las naftas aumenten antes de las elecciones de mitad de periodo en USA.
Irán, el 5to. mayor productor de petróleo del mundo, exportó alrededor de 2,5 millones de barriles de petróleo por día durante la primera mitad de 2018.
Sin embargo, los clientes de Irán comenzaron a reducir sus pedidos después de que Trump anunció en mayo que se volver ían a imponer las sanciones.
Las exportaciones diarias cayeron a 2,3 millones de barriles en julio y bajaron a alrededor de 1,6 millón en septiembre, según estimaciones de Societe Generale.
La guerra comercial entre USA y China complica las cosas.
En total, se cree que los envíos de Irán se han reducido en 900.000 barriles por día. Pero los analistas esperan que ese número crezca a medida que se acerca la fecha límite del 04/11.
Wittner elevó su estimación de pérdidas de exportaciones de petróleo iraní a 1,7 millón de barriles.
Las preocupaciones sobre Irán fueron suficientes para que el analista petrolero incrementara su pronóstico 2019 del precio del petróleo a US$ 77 por barril.
Pero China necesita el crudo iraní. Es el mayor importador de petróleo del mundo. Y Beijing y Washington DC están enfrentados en una guerra comercial.
“Aún no está definida la postura oficial de China”, dijo Bjornar Tonhaugen, jefe de mercados de petroleros de Rystad Energy.
¿Cuántas reservas tiene Arabia Saudita?
Trump ha criticado repetidamente a la OPEP por los altos precios del petróleo e instó al grupo a bombear más.
Pero la OPEP podría no tener mucha flexibilidad para responder.
Su capacidad de reservas es de 1,4 millón de barriles, el nivel más bajo desde diciembre de 2016, según la Administración de Información de Energía de USA.
La mayor parte de esa reserva proviene de Arabia Saudita, pero el reino ya está produciendo casi 10.5 millones de barriles por día, según la OPEP. En el 1er. trimestre estaba en 9.9 millones de barriles.
Arabia Saudita afirma que podría llevar la producción a 12 millones de barriles por día, pero eso no se ha comprobado. Y tal aceleración podría llevar tiempo.
“Nos cuesta creer que los saudíes puedan aumentar significativamente la producción en los próximos 30 días con una base sostenible”, dijo Michael Tran, director de estrategia energética global de RBC Capital.
Entonces, los sauditas mataron a su compatriota Jamal Khashoggi.
En USA muchos piden sanciones a Arabia Saudita por el asesinato de quien era columnista del diario The Washington Post.
Trump dijo que él cree en las explicaciones saudíes, porque teme que fracase su estrategia contra Irán.
Arabia Saudita advirtió que no tolerará sanciones por lo de Khashoggi. En una columna publicada la semana pasada, Turki Aldakhil, el director general del canal Al Arabiya (controlado por el Reino de Arabia Saudí), advirtió que imponer sanciones a Riad podría provocar un desastre económico mundial, ya que el petróleo podría subir a US$ 2 00 por barril.
«No existe la intención», dijo ahora Khalid al-Falih, ministro de Energía, a la agencia rusa de noticias TASS cuando se le preguntó al respecto.
Importantes legisladores estadounidenses dirigieron sus críticas contra el príncipe heredero de la corona de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, y dijeron que creían que él había ordenado el asesinato de Khashoggi.
“Este incidente pasará. Pero Arabia Saudí es un país muy responsable, durante décadas usamos nuestra política petrolera como una herramienta económica responsable y la aislamos de la política”, dijo Falih.
“Mi rol como ministro de Energía es implementar el papel constructivo y responsable de mi Gobierno y estabilizar los mercados de energía del mundo en consecuencia, contribuyendo al desarrollo económico global”, agregó Falih.
Si los precios del petróleo suben, según Falih, se desaceleraría la economía mundial provocando una recesión: ¿es un análisis o un chantaje?
La crisis del petróleo de 1973 comenzó cuando los productores árabes liderados por Arabia Saudí impusieron un embargo de petróleo a los países occidentales que apoyaron a Israel en su guerra con Egipto, apuntando a Canadá, Japón, los Países Bajos, Reino Unido y USA.
Los precios del petróleo se dispararon tras esta decisión, tal como lo hicieron más tarde en 1979 debido a la revolución iraní.
Los precios más altos llevaron al desarrollo de nuevas regiones petroleras fuera de Oriente Medio y fomentaron las energías alternativas. Riad se ha abstenido de usar el petróleo como arma directa desde entonces.
“Si los precios del petróleo suben demasiado, se desacelerará la economía mundial y se provocará una recesión global. Y Arabia Saudí ha sido coherente en su política. Trabajamos para estabilizar los mercados globales y facilitar el crecimiento económico mundial. Esa política ha sido consistente durante muchos años “, dijo Falih.