Este viernes, Comodoro se vio sumergido en una extensa nube de polvo que redujo abruptamente la visión, así como causó molestias en los ojos de quienes transitaron por la ciudad y complicó a quienes sufren de alergias.
La explicación viene desde Sarmiento, exactamente desde el casi extinto Lago Colhue Huapi. Las partes secas del mencionado cuerpo de agua –ya casi inexistente- vuelan fácilmente con los intensos vientos debido a su condición de polvo, por su tan reducidas dimensiones, lo que lo trae hasta Comodoro Rivadavia y alrededores. Es un fenómeno que viene de hace muchos años, pero cada vez se incrementa más.
Así quedó demostrado en un estudio realizado por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que estudió parte del terreno en búsqueda de fósiles de dinosaurios y se encontró con el sombrío panorama, muy semejante -aunque en menores proporciones- al desierto del Sahara.
“De un momento a otro una cortina de “tierra” cubrió todo, el viento venía de antes, por eso me parece raro como vino”, comenta una vecina a El Comodorense.
En horas de la tarde, una cortina de polvo cubrió grandes partes de la ciudad, complicando la visión de quienes transitaban a sus trabajos o lugares de estudio.
El fuerte viento registrado hoy –llegó a los 104km/h y derribó postes y árboles- trajo consigo una extensa nube de polvo que llamó la atención en los ciudadanos, acostumbrados a la tierra en cada jornada de viento, pero no de tal manera.
“Parecía niebla, porque encima en un momento llovió un poco entonces el polvo se adhirió a los autos”, señaló otro vecino.
A través de imágenes satelitales se observa la extensa columna de polvo desprendido desde el casi extinto lago, que llega a la ciudad y cubre también sus alrededores, trayendo complicaciones en la vista al tratarse de un polvo tan fino y por lo tanto, que se filtra fácil en lugares donde a tierra de los cerros de Comodoro no suele hacerlo, por lo que también compromete la respiración.
