Los precios del petróleo subían con fuerza el viernes, y se encaminaban a ganancias semanales del 10%, ya que los inversores sopesaban la posibilidad de que un conflicto más amplio en Oriente Medio interrumpiera los flujos de crudo después de que el presidente Biden dijo que Estados Unidos estaba discutiendo un ataque israelí contra las instalaciones petroleras iraníes.
Los futuros del crudo Brent subían un 1,4%, a u$s78,71 el barril. Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate ganaban un 1,5%, a u$s74,79 el barril.
«Aunque Irán ha ‘salvado la cara’ con su ataque con cohetes a Israel el martes, crece el temor a que Israel ataque la infraestructura petrolera iraní en respuesta, lo que podría provocar más represalias que arrastrarían a los Estados vecinos al conflicto», dijo Ashley Kelty, analista de Panmure Gordon, según publicó Ámbito.
Estados Unidos está debatiendo si apoyaría ataques israelíes contra instalaciones petroleras iraníes como represalia por el ataque con misiles de Teherán contra Israel, dijo el jueves el presidente Joe Biden, mientras el ejército israelí atacaba Beirut con nuevos ataques aéreos en su batalla contra el grupo armado libanés Hezbolá.
Biden dijo más tarde el jueves que no negociaría en público cuando se le preguntó si había instado a Israel a no atacar las instalaciones petroleras de Irán. Los comentarios de Biden contribuyeron a una subida del 5% en los precios del petróleo el jueves, mientras Israel sopesa sus opciones después de que su archienemigo Irán lanzó el martes el mayor ataque de su historia.
«El mercado ya contaba con una cantidad sustancial de posiciones cortas y una baja cantidad de longitud neta en el mercado, lo que dejaba al mercado propenso a picos de precios al alza», dijo Alex Hodes, analista de StoneX.
La preocupación por la oferta de petróleo, que hizo subir los precios a principios de semana, también se vio atenuada por la capacidad de producción excedentaria de la OPEP y por el hecho de que el suministro mundial de crudo aún no se ha visto perturbado por los disturbios de Oriente Medio.
En tanto, el gobierno de Libia, con sede en el este del país, y la National Oil Corp, con sede en Trípoli, anunciaron el jueves la reapertura de todos los yacimientos petroleros y terminales de exportación tras resolverse una disputa sobre el liderazgo del banco central, poniendo fin a una crisis que había reducido fuertemente la producción de petróleo.
Esto permitiría al país duplicar con creces sus niveles de producción, restableciéndolos en torno a 1,2 millones de bpd.