
En paralelo al desplome de las bolsas asiáticas y de Europa, los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) se hundieron 2,1% hasta los u$s60,70.
La contracción en los precios tienen lugar luego de la escalada arancelaria impulsada por Donald Trump que elevó el riesgo de una recesión mundial. La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, conocidos colectivamente como OPEP+, de avanzar en sus planes de aumento de la producción contribuyó a las ventas masivas de crudo. El grupo se propuso reintroducir en el mercado 411.000 barriles diarios (bpd) en mayo, frente a los 135.000 bpd previstos anteriormente.
El barril de Brent, petróleo de referencia mundial, volvió a bajar tras desplomarse un 11% la semana pasada, en tanto que el WTI osciló entre los u$s59,93 y los u$s60,25.
Goldman Sachs pronosticó que el precio promedio del Brent alcanzará los 69 dólares por barril y el del WTI será de 66 dólares para finales de 2025, con nuevas caídas hasta los 62 y 59 dólares en 2026. Estas estimaciones son inferiores a los precios promedio previstos según la curva de futuros de 2026.
Goldman Sachs advirtió que los riesgos para estas previsiones revisadas tienden a la baja, especialmente para el próximo año, debido a las presiones económicas globales y la incertidumbre geopolítica, que podrían afectar las expectativas de demanda de petróleo.