Lo hizo tras conocerse indicadores de Estados Unidos que generaron inquietud sobre la fortaleza de la mayor economía mundial.
En Londres, el barril de Brent para entrega en mayo bajó 1,24 dólares hasta 65,07 y en Nueva York, el WTI, para entrega en abril, dejó 1,42 dólares y cerró en 55,80.
En la semana el Brent perdió 3,2% y el WTI 2,5%.
Los precios estaban equilibrados hasta que se conocieron datos estadounidenses que generaron inquietud.
Los analistas quedaron especialmente impresionados cuando se informó que la actividad manufacturera de febrero tuvo su nivel más bajo desde noviembre de 2016. Y, además, la confianza de los consumidores estadounidenses subió menos de lo que esperaban los analistas.
Los inversores siguieron también perturbados por la falta de noticias concretas sobre las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China; el mayor importador mundial de crudo.