El encargado de limpiar la vivienda publicó fotos del extremo desorden y las imágenes se viralizaron de forma inmediata en las redes sociales
Una de las pesadillas más nefastas que puede tener el dueño de un departamento es tener a un inquilino que no cuide la vivienda como propia. Un hombre, al que se le terminó el alquiler, abandonó la casa de dos habitaciones y dejó atrás un panorama desolador.
Freddie Gillium-Webb, un limpiador profesional, mostró las imágenes del extremo desorden que encontró al ingresar a la propiedad. Había más de 8000 latas de cerveza acumuladas por los rincones, comida podrida y un inodoro lleno de residuos.
Gillium-Webb, de 29 años y experto en gestión de aguas residuales, recibió el encargo de higienizar la vivienda una vez que el problemático inquilino se marchó luego de un año sin pagar el alquiler.
Las fotos muestran la horrorosa vista del comedor abarrotado de latas de cerveza esparcidas sobre el sillón, que quedó casi oculto debajo de los envases, mientras que las arañas habían empezado fabricar sus telas y a levantar los envases.
Una de las peores situaciones con las que se encontró el limpiador profesional fue el inodoro del cuarto de baño porque el inquilino “nunca tiró la cadena” y, en su lugar, había una montaña de papel higiénico sucio apilado cuidadosamente en una torre de un metro de altura.
La cocina también estaba en pésimas condiciones. Tanto es así, que la silla y la mesa se encontraban apenas visibles detrás de un mar de basura el experto tuvo que arreglar.
El limpiador profesional pasó más de 30 horas en tres para poder dejar la casa en orden y necesitó 10 botellas de lavandina para devolver el piso a la normalidad. E incluso, tuvo que utilizar una excavadora para aplastar la basura para que entrara en un enorme contenedor.
Además, en el proceso de limpieza sintió nauseas en repetidas oportunidades mientras intentaba asear el espantoso desorden. “Tan pronto como entré por la puerta había latas de cerveza por todas partes y el olor era terrible. Está claro que no usaba el cesto de basura porque la cocina estaba llena de restos de comida. Había kebabs a medio comer y pedazos de pan mohosos por todo el suelo”, aseguró Gillium-Webb al periódico Daily Mail.
Lo más insólito de la situación fue que el inquilino se marchó de la propiedad y dejó un mensaje de texto al propietario para decirle que “podría haber dejado un poco de desorden”. Según el dueño de la casa, perdió más de 15.000 dólares (alrededor de dos millones y medio de pesos a cambio de dólar blue) por el funesto comportamiento del inquilino.
Según el profesional de la limpieza, no se podía ver el suelo porque había muchas latas de cerveza. “Saqué alrededor de 8000 envases en total”, indicó. Y agregó: “El inquilino nunca tiró la cadena. La limpieza fue interminable. Después del primer día, ni siquiera parecía que hubieran cambiado las cosas”.
A pesar de que Gillium-Webb es experto en tratamientos residuales, no pudo soportar el terrible hedor de la basura acumulada en el piso de la casa y terminó descompuesto durante la limpieza. “Usé más de 100 bolsas grandes de basura y 10 botellas de lavandina. Como trabajo en aguas residuales, no vomito con facilidad, pero al limpiar este desastre tuve nauseas unas 20 veces y vomité en tres ocasiones”, manifestó.
“El inquilino tuvo que estar en estas condiciones durante un tiempo largo porque el desorden era demasiado. El dueño tiene un contenedor y la mayor parte de la basura fue a parar allí. Tuvimos que utilizar una excavadora para aplastarla y poder meterla”, dijo Gillium-Webb.
Por su parte, el propietario había intentado en repetidas oportunidades organizar una inspección a la propiedad luego de no recibir el pago del alquiler, pero siempre se encontraba con insólitas excusas por parte del inquilino.
Pero tras varias insistencias, el hombre decidió marcharse de la casa por voluntad propia y el dueño retomó el control de la vivienda. “Los inquilinos como este deberían estar en una lista negra para que pudieran verla los dueños de casas que las alquilan porque de lo contrario podría ocurrir la misma situación una y otra vez con otros propietarios”, afirmó el experto en limpieza.
Y para finalizar, intentó comprender el extraño comportamiento del inquilino. “Pudo haber sufrido de depresión y probablemente tenía un problema de alcoholismo por la cantidad de latas que había. Aunque a veces se necesita ayuda, no se puede vivir de esta manera. No hay excusas para que haya dejado la vivienda así tan mal”, concluyó.