El Gobierno de Mauricio Macri no tiene planes de realizar un llamado a Sesiones Extraordinarias. Si bien el temario lo impone la Casa Rosada, prerrogativa constitucional, lo cierto es que el oficialismo no quiere ofrecer ninguna oportunidades a la oposición de una derrota en una votación (hoy, ni los sufragios radicales están asegurados), ni quieren que la izquierda dura, los gremios, los colectivos sociales o el propio kirchnerismo, armen disturbios en Plaza Congreso y alimenten el clima de gran tensión social que hay en el Gran Buenos Aires.
“Es mejor a Caperucita en casa, más si no tenemos al Leñador para matar al Lobo Feroz”, ironizó un Legislador del PRO.
“Por más que festejemos, aprobar el Presupuesto 2019 fue una enorme derrota. Tuvimos que sacar 15 artículos por pedido de los Gobernadores peronistas, cambiar otros 31, sumar obras por $24.600M, asegurarle la silla a Miguel Ángel Pichetto en el Consejo de la Magistratura, hicimos que se rompiera el Bloque del Peronismo Federal en el Senado, la Sesión en Diputados fue horrible, tuvimos que dar de baja 40 oradores propios y aliados para que no se nos cayera el quorum; asegurarle a Tierra del Fuego que seguiremos 10 años con la falsa promoción industrial… y mejor me quedo acá, para no seguir agrandando la herida”, sostuvo una de las“espadas” del macrismo en el Poder Legislativo.
“Fue la negociación de un Presupuesto Nacional más larga de la historia argentina. Comenzó allá por Junio, a través de los diarios; en Julio comenzaron las primeras charlas con Juan Carlos Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Juan Manzur; y después siguieron Septiembre y casi medio Octubre. Si hasta se siguieron haciendo concesiones, que se van a votar o implementar con otras Leyes o algunos Decretos, para no tocar el texto votado en Diputados y tener que volver a la Cámara Baja”, sostuvo preocupada la fuente.
Y agregó: “Todavía tenemos una decena de temas por aprobar. Algunos se cayeron esta semana, como la Ley Corta para las Telcos. Pero la orden de la Casa Rosada es sacar al Congreso de los diarios y de los canales de noticias lo antes posible”.
Dos temas que pueden generar más conflictos que soluciones son los cambios a la Ley de Alquileres y el proyecto de Ley que extiende el Impuesto a las Ganancias para los Jueces y Magistrados; el tercero es la Ley de Educación Sexual Integral, que revive la “batalla cultural” entre “Verdes” y “Celestes”. Por fin, el Defensor del Niño, que debe ser para la oposición y el Gobierno no quiere que sea usado en la campaña electoral citando todas las deudas sociales del macrismo hacia los menores de edad.
La Ley Corta para las Telcos era una de las metas a alcanzar por la Casa Rosada, para calmar las presiones de las empresas del sector. Pero el lobby de Clarín y el enojo de Telefónica y Claro, más el uso demagógico que hacen los Legisladores de las telcos de menor dimensión o cooperativas, obligó a postergar el tema para el año que viene.
Los Gobernadores “metieron la cola” y lo quieren usar para conseguir más dinero, más obras, más prerrogativas para sus respectivas administraciones. Así de débil está el PRO en el Congreso
También quedó para 2019 el proyecto de Ley que elimina la responsabilidad de los «intermediarios de internet», como Google y Facebook, por los contenidos que distribuyen a sus usuarios. Fue aprobada a las apuradas y a libro cerrado en el Senado en 2016, pero otra vez faltó consenso. Para la Casa Rosada era clave el tema, dada la fluida relación que tiene con estas empresas por el uso que hacen de las RRSS para hacer propaganda y difusión de las acciones oficiales.
Donde el impresionante lobby de las cerealeras y semilleras tuvo éxito fue en que se alcanzar un consenso para aprobar una Ley de Semillas, tema que es clave para dar un salto productivo y de rendimiento en las futuras cosechas; lo que implica más dinero para las arcas oficiales; más allá que generará un incremento en la ganancia que obtengan los productores de oleaginosas y cereales; pese a que hoy protestan por los costos.
Elisa Carrió tampoco verá que se vote su proyecto de Ley de Extinción de Dominio, como el massismo se quedará con las ganas de ver aprobado una propuesta que permite expropiar bienes adquiridos con fondos provenientes de la corrupción mediante una simple acción civil: ambos, rechazados por el peronismo y el kirchnerismo en el Senado.
Pero más allá de las sesiones que quedan en Diputados y Senadores, una cada una, éste será el peor año del macrismo en el Congreso y uno de los más pobres desde el regreso de la Democracia por la escasa cantidad de proyectos de Ley aprobados.
Cuando restan dos semanas para el cierre de las Sesiones Ordinarias y sin una convocatoria a Extraordinarias, no llegan a 34 los proyectos de Ley aprobados desde el 1° de Marzo. Son 24 menos que el piso de 57 registrado en 1987.
La diferencia es mayor si tenemos en cuenta que el promedio anual de Leyes aprobadas, salvo 1983, fue de 126 normas, con picos de 197, en 2014; de 183, en 1986, y de 166, en 2002. Apenas por arriba del piso histórico, los registros más bajos son los de 2005 y 1995, con 65 y 67 leyes.
Pero para demostrar la debilidad de la Casa Rosada hay que tener en cuenta que de los 34 proyectos de Ley aprobados este año, el Gobierno de Mauricio Macri fue el redactor de sólo 9 de ellos (26%). El más bajo se había registrado en 1997, con un 32%.
Una de las causas del pésimo resultado del Congreso fue que la Casa Rosada casi lo tuvo sin actividades durante cuatro meses. En el año, se habrán realizado sólo 26 sesiones, apenas por arriba de los dos peores años 2015 (23) y 2011 (24), dos años electorales.
Para mantener cerrado el Congreso, el argumento de la Casa Rosada fue que las sesiones en donde se habían votado el intento de Ley de Despenalización del Aborto quebró el clima de trabajo en las Comisiones.
A decir verdad, fue la bancada macrista lo que quedó partido al medio y se requirió de semanas para “ablandar” las posiciones agonales en que se dividió el oficialismo, apenas superadas en estos momentos.
Aseguran que la Casa Rosada tratará llamar a Extraordinarias en Febrero, para sacar la mayor cantidad de Leyes que pueda antes de que comience la campaña electoral.
Por eso, para hacerle las cosas más fáciles al Gobierno, Emilio Monzó, quiere cambiar el reglamento de las 2 cámaras: Que en las sesiones se traten primero los proyectos de Ley y, luego, el resto de los temas. Serían sesiones más cortas. A todos les gusta. Pero la oposición no quiere facilitarle las cosas al macrismo, por eso, no lo aprueban.