El papa Benedicto XVI llegó esta mañana a Edimburgo para una visita de Estado sin precedentes al Reino Unido, marcada por la voluntad de mejorar las relaciones ecuménicas, especialmente con los anglicanos, y por la polémica.
El jefe de la Iglesia Católica fue recibido por la reina Isabel II de Inglaterra, jefa de Estado británica y Gobernadora Suprema de la Iglesia Anglicana, en el palacio de Hollyroodhouse, su residencia oficial en la capital escocesa, al inicio de un viaje de cuatro días que hasta el domingo lo llevará también a Glasgow, Londres y Birmingham.
Tras las ceremonias oficiales de bienvenida, el sumo pontífice se dará el primer baño de multitudes durante un recorrido de más de cinco kilómetros con su ‘Papamóvil’ por el centro de la ciudad, engalanada con las banderas amarillas y blancas del Vaticano, donde esperan unas 100.000 personas. La escocesa Susan Boyle también dio el presente y cantó frente al sumo pontífice.
Esta será una de las escasas oportunidades que tendrán los no católicos, es decir, el 90% de los alrededor de 60 millones de británicos, de ver al Papa en su primera vista de Estado a este país oficialmente anglicano desde que Enrique VIII rompió con Roma y el catolicismo, en 1534, para poder divorciarse de Catalina de Aragón.
Fuente: AFP