El problema es doble: el gasto público tan voluminoso que precisa financiarse con tributos, y las dificultades para recaudar con tan profunda estanflación casi depresión. Entonces la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), refuerza su presión para presionar a los contribuyentes en nombre de un Estado que no le devuelve casi nada a sus ciudadanos. Aquí la más reciente idea del organismo recaudador.
¡Lo que faltaba! Por si fuera poco, con los actuales análisis sistémicos y las últimas resoluciones de la AFIP, a cargo del flamante ingeniero industrial Leandro Cuccioli, se suma al SIPER (sistema donde nos clasifican y nos persiguen con una letra a cuesta), un nuevo elemento: el Sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF).
El CEF fue creado por la resolución general de AFIP N°4294 publicada en el Boletín Oficial el 14 de agosto del 2018, (rige desde el 26/09/18) mediante el cual, se aprueba un nuevo “indicador de Gestión de Riesgo” de cada contribuyente, mucho más severo que el actual SIPER.
El CEF, es un instrumento para la gestión de riesgos en materia de administración tributaria impositiva aduanera y de los recursos de la seguridad social.
Para que entendamos, el sistema se basa y se sirve de los datos brindados por el propio contribuyente y/o terceros, en relación con su condición y actividad económica patrimonial y financiera. El cálculo se hará de manera mensual mediante una valoración de la capacidad económica financiera de cada contribuyente y, lo más aberrante e inconstitucional, es que fija como parámetro la capacidad para los actos de la economía de cada ciudadano.
Los parámetros que el organismo recaudador considerará para esta arbitrariedad —que a todas luces en un abuso y mazazo para el contribuyente—, serán los siguientes:
> DDJJ de ganancias, IVA y bienes personales.
> Hipotecas.
> Compra-venta de inmuebles.
> Compra-venta de rodados.
> Compra de bienes de uso.
> Sueldos abonados en relación de dependencia.
> Consumo de tarjeta de crédito y débito.
> Pago de expensas y otro.
> Deuda bancaria y financiera.
Para la consulta de la valoración asignada a cada contribuyente mediante el sistema CEF se deberá ingresar a través de la web de la AFIP con la clave fiscal, dentro del sistema registral, para consultar la valoración asignada, arbitrariamente, por el organismo.
Si bien el contribuyente puede presentar una disconformidad a través de la opción “solicitud de disconformidad”, dicha manifestación no es un correlato de la aceleración coercitiva de la AFIP.
Según fuentes de AFIP, este nuevo sistema constituye una novedosa medida para evitar maniobras de evasión, empresas fantasmas y controlar la capacidad económica de los argentinos –según publica Urgente 24-.
Lo que pretende el londinense Director de AFIP, es dar nacimiento a una tecnología a la que usan empresas como Facebook o Google para estudiar el comportamiento de sus usuarios. El uso de técnicas de Big Data puede significar que el organismo podrá obtener más detalles sobre la capacidad económica de un contribuyente que la persona en cuestión.
Si bien la AFIP cuenta con funciones de fiscalización, y solicitud de información según Ley 11.863, dichas funciones no pueden transgredir el derecho de propiedad y el derecho a la intimidad consagrado en los Arts. 17 y 19 de la Constitución Nacional.
La AFIP, con esta herramienta tecnológica coercitiva, se trasforma en un “Gran Hermano del Bolsillo” que realmente atenta contra las acciones privadas de los hombres y la capacidad económica y financiera de todo argentino. Es un comportamiento autoritario y demoledor, porque nos mide y se mete en nuestro bolsillo de forma arbitraria.
Tal como bien sabemos, la AFIP tiene información detallada de todo el mundo. Si bien la misma esta almacenada, con este nuevo sistema removerá y ventilará “ilegalmente” los datos y la información privada de cada contribuyente, ya que, sin imaginarlo, de la noche a la mañana nos hemos convertido en sus rehenes y en las víctimas de esta crisis galopante creada en gran medida por la inoperancia del actual gobierno…
La pregunta es: ¿De qué será capaz la AFIP de aquí en adelante? En especial cuando cada vez son evidentes los nuevos y fortalecidos signos de una severa nueva crisis financiera global que, se antoja peor que la iniciada en 2008, en donde como siempre el ciudadano de a pie, el contribuyente, el trabajador.. es el que la paga.