La dramática escena ocurrió en Phoenix, en Estados Unidos. La mujer murió pero logró salvar a sus hijos.
Los increíbles reflejos del ex jugador de fútbol americano y marine estadounidense Phillip Blanks le permitieron salvar una vida cuando menos se lo esperaba. Un transeúnte grabó el momento en que el hombre corrió para atrapar a un niño de tres años que su mamá arrojó desde el balcón de un departamento en llamas en el tercer piso de un edificio de la ciudad de Phoenix, Arizona.La mujer, Rachel Long, de 30 años, murió en el incendio, que ocurrió el pasado 3 de julio a la mañana. Sus hijos, una nena de 8 años, Roxxie, y un nene de 3 años, Jameson, sufrieron quemaduras pero sobrevivieron, indicaron medios locales.
Blanks, de 28 años, dijo en una entrevista con el canal de televisión ABC7 que estaba en la casa de un amigo cuando escuchó gritos afuera. Sin dudarlo, salió corriendo sin siquiera ponerse sus zapatos. «Fue todo instintivo. No tuve tiempo de pensar, solo reaccioné», dijo el hombre.
«Vi a otro hombre parado ahí, listo para atrapar al chico, pero no parecía que fuera a hacerlo, así que me puse delante de él», dijo el exdeportista.Según explicó, el nene «giró en el aire como una hélice». «Hice lo mejor que pude. Su cabeza aterrizó perfectamente en mi codo. Su tobillo se torció cuando caí al piso», agregó.
Luego, Blanks abrazó al nene mientras gritaba y le repetía que «todo iba a estar bien, que todo iba a estar bien». Una vecina acercó una sábana húmeda para aliviar sus quemaduras. La hija de la mujer fue rescatada por otro buen samaritano que logró romper la puerta y sacarla de la casa. Pero la madre no llegó a salir.
Blanks rechazó los elogios y afirmó que la verdadera heroína fue Rachel, que «hizo el último sacrificio para salvar a sus hijos».
Fuente: TN