Según los últimos datos oficiales del SIPA y la EIL, continúa el deterioro del empleo formal, y por ende, del no registrado. Desde marzo a septiembre ya se perdieron 136 mil puestos. Se espera desempleo de dos cifras para el tercer trimestre de 2018.
Los anteúltimos datos oficiales relevados por la gestión de Jorge Triaca al frente de la cartera laboral confirman que el mercado de trabajo sigue en caída, con una demanda laboral deprimida que desaliente a las personas en salir a buscar un mejor bienestar.
Por noveno mes consecutivo, la situación del empleo formal en el sector privado, que releva la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), mostró en octubre un continuo deterioro en el sector más protegido del empleo, lo que permite pronosticar el angustiante padecimiento que hoy viven los trabajadores no registrados.
Según las cifras del Sistema Integrado de Previsión Argentino (SIPA), en la Argentina existen 12,2 millones de trabajadores. Desde marzo a septiembre ya se perdieron 136 mil puestos. En seis meses de 2018 se destruyó lo que tardó 18 en construirse, del período octubre del 2016 a marzo pasado. Y el panorama hacia adelante no es promisorio.
Para el tercer trimestre se espera un fortísimo descenso de los puestos actuales, una mayor cantidad de personas desalentadas en buscar trabajo y un aumento del ritmo inflacionario. Un combo que derivará en mayor crecimiento de los niveles de pobreza.
La pobreza y la inflación en alza empujan a los sectores vulnerables y a las personas inactivas a volver al mercado de trabajo para complementar los bajos ingresos, pero las condiciones no son las mejores. Compiten directamente con los desocupados recientes y los jóvenes (nuevos activos). Para peor, las tareas rentadas que hoy se consiguen son subocupaciones de pocas horas de trabajo u ocupaciones precarias, con bajos salarios carcomidos por la suba generalizada de precios.
Los datos de la EIL de octubre de 2018 a los que accedió Ámbito reflejan:
-Una caída del empleo formal intermensual de 0,3% frente a septiembre y una baja interanual de 1,6% frente a octubre de 2017.
-Todas las actividades fueron afectadas, con excepción de la Intermediación Financiera y los Servicios Sociales y Comunales.
-Las organizaciones más afectadas son las pymes: el desplome interanual según el tamaño de la empresa fue de 2,5% en las que tiene entre 10 y 49 trabajadores; de 1,4% entre 50 y 199, y de 1,1% en las compañías que tienen más de 200.
-Por séptimo mes consecutivo el nivel de incorporaciones (tasa de entrada) se mantiene en mínimos históricos, por debajo del 2%. Para encontrar una situación similar hay que remontarse al 2001.
-Cada vez menos empresas realizan búsquedas de personal y casi no existe diferencia (apenas 0,9%) entre las empresas que dicen que esperan aumentar sus dotaciones y las que esperan disminuirlas.
-Las empresas que contratan nuevo personal optan por modalidades contractuales más precarias.
C-rece la cantidad de personas demandantes de empleo, pero sin expectativas.
Proyecciones
Los datos de octubre de la EIL hacen prever que la tasa de desocupación del tercer trimestre del 2018 supere los dos dígitos, como se viene anticipando ámbito.com. “Hasta el segundo trimestre de 2018 se ha observado un crecimiento del desempleo, alcanzando ya en los partidos del conurbano bonaerense el 11,4%”, remarcaron los analistas consultados.
Fabián Berho, exdirector de la EIL, espera una “mayor presión” sobre el mercado laboral y expresó su preocupación por la “velocidad” en que se destruyen los empleos. Es más, se teme que la crisis pueda extenderse al cuarto trimestre del 2018, por la falta motivación que tienen los desocupados para salir a la calle en busca de oportunidades. “Las pocas expectativas de conseguir trabajo, en el marco cierto de una demanda laboral deprimida, desalienta a las personas”, coinciden los expertos.
Al mismo tiempo, se prevé un “estancamiento” del desempleo porque a raíz del incremento de la pobreza muchas personas que no poseen empleo ni siquiera se atreven a gastar los pocos pesos que les quedan en los bolsillos en salir a buscar un trabajo, que saben ahora no conseguirán.