La decisión golpea la caja de la petrolera y pone en duda su capacidad de inversión. Bronca en Neuquén por la mala señal para incentivar inversiones en Vaca Muerta.
El escándalo por la marcha atrás con el aumento de naftas tuvo un impacto inmediato en el mercado, donde la cotización de la acción de YPF cayó un 1,89% en el ámbito local y un 1,86% en Wall Street, a pesar de los esfuerzos por mantener su valor.
«La están aguantando para evitar un zafarrancho. Pero la realidad es que la desautorización a Nielsen se va a terminar reflejando aún más en el ADR porque debilita hacia el futuro sus márgenes de decisión», afirmó a La Política Online el analista de mercados Francisco Uriburu.
En primer lugar, la medida implica un golpe directo a los ingresos de la compañía, que provienen en un 70% de la venta de combustibles. Y dado su limitado acceso a financiamiento, una menor caja se traduce en un recorte en sus planes de inversión.
Pero como explicó La Política Online, también abre la puerta a posibles demandas de los accionistas en los tribunales de Nueva York, ya que se trata de una empresa privada que cotiza en Wall Street y por lo tanto, las decisiones del management deben apuntar a maximizar las utilidades y seguir el principio de «proper purpose duty», como marca la jurisprudencia en diferendos similares.
«Esto demuestra un nivel de intromisión del Estado muy peligroso. Quien invierte millones de dólares no quiere que la empresa esté supeditada a las necesidades de la política. Con lo que decidió Alberto, está diciendo que su prioridad es controlar la inflación y para ello no le importa perjudicar a las arcas de YPF», indicaron a este medio fuentes del sector.
A su vez, esta señal despeja la incertidumbre respecto a la utilización de YPF que hará el gobierno. Si bien la mayoría del sector miraba con desconfianza el regreso del kirchnerismo, otros recordaban que bajo la gestión Galuccio el combustible siempre aumentó por encima de la inflación.
De hecho, el valor del litro de nafta súper en dólares del 2014 duplica a los actuales precios del surtidor. Se trató de uno de los ejes principales de la política del actual dueño de Vista, que convenció a Cristina Kirchner de la importancia de manejar la compañía con independencia del poder político.
Así, el incremento de los ingresos de YPF derivó en una mayor capacidad de inversión y sirvió como una señal de confianza para atraer inversores dispuestos a desarrollar áreas en conjunto con la petrolera de bandera. De este modo, logró un fuerte repunte de los niveles de producción tanto en gas como en petróleo y una notable mejora en el valor bursátil de la compañía.
Ahora, el camino inverso despertó la preocupación de Neuquén, la principal productora de hidrocarburos y la que tiene el mayor potencial de crecimiento si se acelera el desarrollo de Vaca Muerta. «Estas marchas y contramarchas no hacen nada bien e incrementan la incertidumbre», comentó a LPO una de las principales figuras del gabinete de Omar Gutiérrez.
El resto de las petroleras también manifestó su oposición a la medida y reclama el inicio de conversaciones con las autoridades para conocer finalmente el sendero de precios que fijará el gobierno y el famoso proyecto de «blindaje a Vaca Muerta», del que hasta ahora no hay ninguna certeza.
No obstante, la mayoría confía en que se trata de una cuestión coyuntural que no modifica el consenso que observan en la política respecto a la importancia de potenciar a la industria. «El gobierno determinó que era medio incongruente publicar una suba ahora, pero no creo que se mantenga un congelamiento por 180 días. En ese caso, hubiera salido en la ley de emergencia junto al congelamiento de tarifas. Por algo no lo pusieron, en algún momento se van a tratar de normalizar los precios para que las inversores se concreten», agregaron.
