Luego de un 2018 en el que el peso argentino se devaluó más del 100% y el Gobierno debió recurrir al Fondo Monetario Internacional para no caer en default e hiperinflación, sin poder evitar el 50% de inflación y una pérdida del poder adquisitivo del orden de los 20 puntos porcentuales, el jefe de Gabinete Marcos Peña entiende que «los movimientos del dólar no implican un motivo para alarmarse». Sin embargo, las medidas del Banco Central lo contradicen.
Según el jefe de ministros, que poco y nada entiende de macroeconomía, volvió a generar polémica por sus dichos respecto del salto del dólar a 45 pesos: «Si uno mira el dólar en los últimos seis meses, con sus movimientos para arriba o para abajo, está por debajo de lo que subió la inflación. Así que hay que tener la tranquilidad de que los movimientos del dólar no necesariamente implican un motivo para alarmarse».
Sin embargo, el Banco Central blanqueó su desesperación por el control de la divisa estadounidense al permitir a los bancos públicos y privados absorber pesos de ahorristas a través de plazos fijos sean estos clientes o no.
Mediante la Comunicación A 6667, el organismo que dirige Guido Sandleris afirmó que la medida será «simple, segura y solamente regirá a través de canales digitales». Asimismo, el Central indicó que esta nueva normativa dará a los usuarios nuevas posibilidades para canalizar los ahorros y, de manera que los bancos compitan en una suerte de guerra de tasas ante la divergencia que hay entre las distintas entidades en este instrumento de inversión. «Tampoco tendrán requisitos de papeleo ni otros trámites engorrosos», enfatizó la autoridad monetaria.
Es que se le está escapando el control del tipo de cambio y el principal temor es la dolarización de los plazos fijos de la clase media y grandes empresas, previo a la elección presidencial.
Tal como informó Urgente 24 el viernes pasado, de acuerdo al promedio del BCRA, la cotización finalizó en 44,96 pesos por encima del cierre previo. No obstante, el mismo relevamiento muestra que distintos bancos cerraron sus operaciones con un dólar muy por encima de esa media.
Es importante destacar en este sentido que la autoridad monetaria decidió comenzar nuevamente con la baja de tasa de referencia (Leliq) dado el nulo efecto que tuvo sobre la cotización del dólar llevarla de 40% a casi el 70%. Una discusión enérgica que se llevó a cabo entre economistas y banqueros de la city fue «¿dólar o tasa?», considerando más saludable soltar al dólar y comenzar a bajar tasa de interés porque la fórmula «dólar y tasa» no resultó.
Así las cosas, la Rosada intenta contener el tipo de cambio para la elección presidencial pero eso ya es imposible.
Comentarios que llegan de la city porteña a esta redacción advierten que la situación es muy tensa y que en las próximas semanas podría llegar al techo de la banda, 51 pesos, teniendo el BCRA que salir a vender, tal como está previsto.
